Tras este mostrador, ahora sí nos adentramos en el restaurante. Un espacio moderno, combinado con tonos blancos y grises y elementos marinos, que combinan a la perfección con cuadros y fotografías 'made in Lleida', realizados por artistas de la tierra.
Pescados, pero también carnes
Escoger qué comer en el Caravista no es fácil. Dispone de una extensa carta, en la que principalmente se trabaja el pescado y el marisco, pero también la carne. El restaurante cuenta con 25 entrantes a escoger, cinco pescados del chef, seis pescados de lonja a la plancha, cinco arroces y cinco tipos de carne. Aunque si nos dejamos recomendar por su chef, Mateu Blanch, él lo tiene claro: 'Suquet' de gambas de Palamós con alioli gratinado; carpaccio de gambas y algas; arrocito, tinta y puntillas de Sant Carles de la Rápita; ostra francesa Gillardeau al natural y rape gallego, con salsa de almendras y trufa son algunas de sus recomendaciones.
No camuflar el sabor ni la frescura del pescado y el marisco es la máxima principal de Blanch, quien asegura que su objetivo es ofrecer a los clientes pescados de vanguardia, con recetas que combinan texturas y sabores de la forma más tradicional.
Aunque los comensales del Caravista no tienen porqué comer pescado. El restaurante también ofrece hasta cinco variedades distintas para los amantes de la carne: cazuela de pollo de corral y gambas; cochinillo con manzana y ciruelas maceradas con ratafía; chuletón de ternera madurada con pimientos de padrón; solomillo de ternera marca Q con verduras Km0 y/o lomo de ciervo ecológico de la Val d'Aran y escalopa de foie.
La carta de postres te atrapa. Ferrero Rocher Gold, Mel i mató, Torrija colada y Coulant y coco son algunas de las propuestas. El primero de ellos es el postre por excelencia, por el que apuestan la mayoría de los clientes. Aunque cabe la posibilidad de probarlos todos en uno. Las 'Miniaturas dulces' están pensadas para los más golosos. Una fusión de todas las creaciones del equipo de Blanch que permite no perderse ninguno.
'Showcooking' in situ
No perder el sabor ni la textura del producto original es muy importante para Blanch. Pero también lo es ser transparente con el cliente y que este pueda ver en todo momento como se prepara su plato. Es por este motivo que el restaurante cuenta con una cocina abierta en la cual los clientes pueden seguir el proceso de elaboración a través de un cristal.
Y no solo eso. Cuando el plato llega a la mesa, al chef le gusta comentar con el cliente el proceso de elaboración. "La gente lo valora mucho y a nosotros nos gusta", apunta Blanch. En el caso de los arroces, antes de tirar el arroz presentan el caldo al cliente y le explican con qué productos se ha elaborado. Un extra que no todos los restaurantes ofrecen. "Nos gusta el show que ofrece la cocina y a la gente le da confianza".
Para comer aquí o para llevar
Volviendo al mostrador, el cliente queda maravillado nada más traspasar la puerta. Cigalas de Tarragona, bogavante salvaje de color azul procedente de Galicia, berberechos espectaculares, bueyes de mar... ¡Todo vivo! Una combinación de color y movimiento que atrapa la mirada de todo el que entra en el Caravista. Y también de los que pasean por fuera. Un público al que Blanch también quiere acercarse, ya que quiere potenciar las pescaderías de barrio, las de toda la vida. "Están desapareciendo, todo el mundo va al supermercado, y no lo podemos permitir", apunta.
Ya ensimismado con el producto, el cliente tiene dos opciones: escoger el pescado que más le agrade para consumir en el propio restaurante o bien llevárselo a casa limpio, para poder prepararlo a su gusto.
"Aunque estas Navidades nos hemos encontrado con una tercera línea de negocio", explica Blanch mientras prepara un 'suquet' de gambas de Palamós con alioli gratinado, uno de sus platos estrella. "Hemos tenido varios clientes que han escogido el producto, pero nos han pedido que lo cocinásemos nosotros para comerlo con la familia", apunta. Otra opción para descubrir los platos del Caravista aunque en un entorno de lo más familiar.
Avinguda de Balmes, 38
25005 Lleida Lleida
España