La experiencia acumulada por Toni Martorell se transmite en su nuevo proyecto, una fonda que abrió el 3 de octubre de 2017, después de cerrar un ciclo fructífero y muy frenético junto al chef Marc Fosh, el primer británico que consiguió una estrella Michelin en España. Trabajó con él durante 7 años -Brasería Missa y Simply Fosh- tras haber pasado anteriormente por la Escuela de Hostelería de las Islas Baleares y de haber pisado cocinas de restaurantes destacados de Cataluña -como Can Jubany o Els Tinars- y del País Vasco -como Zuberoa-.
Con el nacimiento de su hija Martina en 2015, comenzó a plantearse cambios y, después de hacer muchas vueltas, decidió abrir el restaurante Vida Meva, un nombre que rinde homenaje a su hija ya que de esta manera él y su esposa la llaman.
El local se encuentra en una zona en la que abundan los despachos profesionales y que está muy cerca de los nuevos juzgados, en la céntrica zona del barrio de la Gerreria. Como todo el trabajo se concentra por la mañana, cierran después de haber servido el almuerzo. De esta manera, pueden estar con su hija por la noche.
Vida Meva abre de lunes a viernes, a partir de las 7 de la mañana. Martorell elabora él mismo los dulces como las tortas de patata, los donuts y las ensaimadas que acompañan los cafés, zumos, infusiones y batidos (como el Laccao, el más típico de Mallorca hecho a base de cacao y leche mallorquina). De hecho, confiesa que la pastelería es una de sus pasiones. También para el desayuno encontrarás otra bebida, la leche preparada (hecha a base de leche, canela, azúcar y piel de limón, que también se encarga de elaborar, todo un mérito ya que no se suele encontrar fácilmente en los bares y cafeterías.
Estas ganas de elaborar él mismo muchos de los productos, transmiten qué clase de cocina encontraremos en este restaurante: platos elaborados, sabrosos y generosos. Ahora bien, hacer todo esto puede quedar en una nada si no hay unas manos fiables y con buena voluntad en la sala, como las de su esposa y su cuñada, las hermanas Noelia y Gabriela Vidal, que se encargan de servir buenos gestos y platos.
Para comer preparan un menú que consiste en tres primeros y tres segundos -a escoger- entre los que siempre hay alguna opción vegetariana. Acompañan este menú, que cambian cada semana, con pan casero; todo servido en un ambiente cómodo, familiar y rodeado de obras de arte de diferentes artistas locales y reconocidos como Albert Pinya y Pep Llambias.
Hemos probado propuestas elaboradas, como la bomba pizza, en la que se notaba bien que el tomate es casero; un trempó con garbanzos acompañado de alimentos de temporada como los albaricoques y las alcaparras. Nos encantó el delicioso arroz meloso de cerezas, así como el atún con verduras asadas y salsa romesco, que rendía un homenaje a los calçots. En cuanto a los postres, son sencillos pero igualmente caseros y buenos, como la mousse de chocolate negro y fruta de la pasión.
Aparte del menú, también se puede disfrutar del pollo cocinado a baja temperatura con la combinación de especies 'ras-el-hanaut' y 'dukah', servido con patatas de lujo y ensalada, un homenaje al restaurante Missa de Marc Fosh y que esperamos probar durante la próxima visita ya que nos han llegado muy buenas palabras.
En definitiva, en Vida Meva, se hace una cocina casera, bien preparada y sincera. Tres pilares que han hecho que este restaurante se haya convertido en poco tiempo en una opción muy recomendable.
Carrer del Socors, 23
Palma Balears
España