Vela Mar

Aunque cuenta con hermosas playas y calas escondidas, la localidad costera de Lloret de Mar (Girona) carga desde hace décadas con esos tópicos negativos del turismo de borrachera y la gastronomía de dudosa calidad, pensada para satisfacer el gusto de los foráneos más que para encajar en el paladar autóctono. Si bien ya existían restaurantes que elevaban el nivel, la pandemia, y la falta de turistas, han puesto en evidencia la necesidad de reformular este tipo de oferta gastronómica.

Marc Linares lo tenía claro mucho antes de la llegada del COVID, pero tuvo que esperar a que se levantara el confinamiento para abrir las puertas de su nuevo restaurante Vela Mar. Un proyecto que emprende junto a su hermana, ambos criados en Lloret, y que es su primera incursión en el sector de la restauración. “Se trata de un local completamente mediterráneo”, explica Marc, y eso se aplica tanto a la decoración como a la propuesta gastronómica. 

Mediterráneamente

Su ubicación ayuda, ya que se sitúa en el paseo de Sa Caleta de Lloret, un enclave privilegiado justo delante del mar. Toda la decoración es náutica, moderna y con colores marineros y el local, de dos plantas, está acristalado para que podamos gozar de las vistas. Para los que prefieran el aire libre, cuentan con una amplia terraza, también con vistas, para pasar jornadas soleadas y bonitos atardeceres.

En la carta, cocina mediterránea pensada para un cliente local que quiere compartir entrantes, tapas y raciones como las bravas, las croquetas de gamba o de espinacas, los mejillones al vapor o los calamarcitos fritos. Y dos de sus favoritos: las almejas Vela Mar, con un toque de chile, sriracha, coco y cebolla tierna china; y las alcachofas con rebozuelos, que ya han conquistado a la clientela. Además de platos principales como el tartar de solomillo y la hamburguesa de ternera, elaborados con carnes de la DO Girona, o la lubina a la plancha.

Los arroces, individuales

Los auténticos protagonistas, pero, son los arroces. Y, atentos, porque ese requerimiento tan incómodo del “Mínimo para 2 personas”, aquí desaparece. “Me atrevo a decir que somos uno de los pocos sitios de la zona donde se pueden comer arroces individuales. Hemos querido escapar de la idea de la paella, y apostar por esta alternativa que permite compartir y probar distintos arroces”, afirma Marc. Arroz de gamba, cremoso de ceps o negro de sepia son las propuestas que completan esta carta que, aunque no es excesivamente larga, es lo suficientemente variada. Los postres, caseros. 

El concepto de Vela Mar se refuerza con una variada oferta de cocteleria y una programación de música en vivo, en las horas en las que no hay servicio de comida, pensada para dar a conocer artistas locales. Y es que la idea de Marc es que sea un local con vida a todas horas, desde el vermut hasta la cena. De momento, se adaptan a las normativas impuestas mientras esperan, como todo el sector, que se levanten las restricciones.