Yellow Door

Yellow Door, devotos de lo saludable
Yellow Door
Yellow Door
10 Junio, 2019
Laia Antúnez
En el Eixample barcelonés, a escasos pasos de la avenida Diagonal, este restaurante se esfuerza por darle un carácter totalmente healthy a los platos y sabores de la cocina mediterránea. Desde el desayuno hasta la cena, hacen del comer bien (y en cantidad) una filosofía de vida.

La filosofía de Yellow Door está clara: partir de la cocina mediterránea y hacerla lo más saludable posible. “Se trata de servir platos con las mínimas grasas, la mínima sal, con las verduras al dente para aprovechar sus propiedades, y de trabajar con arroces, con bulgur, con semillas como la quinoa, etc.”, nos cuenta Óscar Gavilán, jefe de cocina de este restaurante que, tras un pequeño parón para reinventarse, vuelve a abrir su puerta amarilla con la intención de abrazar el universo healthy.

Gavilán no se suma a las tendencias gastronómicas, al contrario, lleva años dedicado a lo saludable. En su Málaga natal comandaba un restaurante con filosofía orgánica y hace unos meses aceptó el reto de trasladarse a Barcelona –“también vino Picasso, que era paisano”, bromea– para seguir trabajando en esta línea.  

Carrer d'Aribau, 179
08036 Barcelona Barcelona
España

657 56 99 75

Durante todo el día

La cocina de Yellow Door funciona de manera ininterrumpida con una oferta que empieza de buena mañana con los desayunos, a base de tostadas, bagels y sándwiches. Y que continúa unas horas después con el brunch y sus imprescindibles huevos benedictinos, que aquí no preparan con la pesada salsa holandesa sino con una crema vegana de curry y cúrcuma.

Entre semana, un muy generoso menú de mediodía, que cambia cada dos días y que busca atraer a los trabajadores de esta zona de oficinas, juega con lo vegetal pero también con el pescado de temporada y la carne, siempre frescos. Lo importante es que, además de poner el valor el producto nacional, todo se cocina a la brasa de carbón, a la plancha o al horno, para evitar grasas. “Somos estrictos en eso, cuidamos mucho las elaboraciones para que sean saludables”, insiste Gavilán.

La carta, para las noches y los fines de semana, es corta pero ofrece grandes resultados. Platos sencillos aunque sorprendentes como la ensalada vegana de berenjenas templadas y tomate –que ya es el favorito de los habituales–; el pollo asiático marinado con cítricos, que acompañan con una ensalada de mango, aguacate y arroz basmati salteado con jengibre y hierbas; y el bacalao cocido a baja temperatura, con una mousse de bacalao gratinada memorable, y con un colorido parmentier de patata violeta. “Me he propuesto aportarle color y fantasía a esta cocina”, apunta el chef.

Color y brillo

Y si hablamos de color, merecen mención especial sus buddha bowls, esos platos tan completos, nutritivos y extremadamente equilibrados que se construyen con hidratos de carbono, proteínas y grasas saludables. En Yellow Door tienen una base de quinoa y bulgur – “el truco está en hacer una buena cocción”, dice el chef– - e incorporan otras tonalidades e ingredientes como el verde de las espinacas, el rojo del pimiento, el naranja de la zanahoria, la col morada,… y tofu o pollo a elegir.

Gavilán también brilla en el apartado de postres, donde sale a relucir su formación como pastelero, con propuestas como el carrot cake o la mousse de chocolate, un postre 100% vegano. “Al final todos queremos vivir más y con mejor calidad. Lo que comes es lo que eres. Si quieres comer azúcar, que sea vegano, que es de origen vegetal y mucho más saludable”, apostilla. El restaurante también ofrece menús de grupo, organiza comidas para empresas y cuenta con una zona de cóctel bar que nos invita a alargar la tarde después de salir de la oficina. Una oferta de lo más completa, igual que sus buddha bowls.

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