Ca la Maria

La villa de Llagostera se halla en una situación privilegiada en la comarca del Gironès, junto a la carretera que une Girona con Sant Feliu de Guíxols y otras poblaciones y playas de la Costa Brava, como Santa Cristina d’Aro o, algo más lejos, Palamós. A la salida de la población en dirección a Sta. Cristina, junto a la vía verde en que se ha convertido el trazado de la línea de “carrilet” que unía Girona con Sant Feliu, encontramos una masía del siglo XVII.

Lugar idílico escogido por Martí y Maria para ubicar su restaurante, Ca la Maria, de excelente cocina que podemos catalogar como catalana tradicional adaptada a los gustos modernos. Se conocieron trabajando en El Bulli durante tres años, se convirtieron en pareja y ahora están al frente de su propio establecimiento, ella a cargo de la sala y él como cocinero.

Slow Food Km.0

Junto a otros restaurantes, son precursores del movimiento Slow Food Km.0 en la provincia de Girona. Una corriente que prioriza los productos de proximidad y ecológicos y que implica un modo de entender la cocina y el acto mismo de disfrutar de la comida. Como puede leerse en el manifiesto Slow Food, “… para aquellos que confunden eficiencia con frenesí (…) redescubramos los aromas y la riqueza de la cocina local (…) plantemos cara al tipo de productividad que cambia nuestro estilo de vida, amenaza el paisaje y el medio ambiente…”.

Añadamos a esta filosofía los ingredientes de productores cercanos, ecológicos, de temporada, procedentes de comercio justo, de pesca sostenible y, en el caso de muchas de las verduras, de su propio huerto, preparémoslos según los gustos de siempre con técnicas, acabado y presentación actuales y habremos definido los platos de la carta de Ca La Maria.

Excelentes trayectorias profesionales

Martí Rosàs tiene una larga trayectoria como cocinero en restaurantes de alto nivel como el del Hotel Majestic de Barcelona, con Fermí Puig, el barcelonés Lasarte de Martín Berasategui, galardonado con tres estrellas Michelin, el Mas Pau de Figueres, o El Bulli, donde fue durante tres años responsable de partidas y compras.

Por su parte, Maria Hernández trabajó, entre otros establecimientos de prestigio, en el restaurante Bel Cavalleto de Barcelona y en la pastelería Murià, de Terrassa, antes de coincidir con Martí en el Lasarte y, posteriormente, en el Mas Pau i El Bulli, donde fue responsable de pastelería.

Entorno excelente para una gastronomía de altura

La preciosa masía en que se halla Ca La Maria alberga tres comedores interiores, además de una amplia y sumamente agradable terraza, en la que se puede comer en cualquier época del año.

En la carta encontramos entrantes como el carpaccio de jabalí de Girona, la fideuá de gambas de Palamós, la ensalada de flores, fresas y sardinas marinadas o el arroz de l’Estany de Pals de ajos tiernos con gambas. Entre los pescados, hamburguesa de pescado azul con cabello de ángel de cebolla y tartar de algas, las cigalas de Palamós peladas con falso cuscús o las impresionantes gambas de Palamós a la plancha. Los amantes de la carne pueden disfrutar con el entrecot de ternera ecológica de L’Espunyola con pastel de patata y salsa de asado, o las manitas de cerdo ecológicas sin hueso con espardenyes y cigalas.

Mención especial merece el menú degustación, que posibilita tener una visión de conjunto del tipo de cocina que preconizan Maria y Martí, con maravillas culinarias como las habas y guisantes fríos con carne de "perol" e infusión de saúco, el pescado de escama con puré de puerros de su propio huerto o el canelón de verduras y pollo de payés. Además, ofrecen tres menús para grupos y un menú infantil.

Arte culinario que podemos calificar como de alta gastronomía en un entorno magnífico y con un servicio profesional e impecable. Para gozar de la comida haciendo honor a lo que significa el concepto Slow Food.