Quiquiriquí. Esta conocida onomatopeya, que imita el canto del gallo, ha servido como inspiración a Marcos Pujadas y sus dos hermanos para abrir Cocoricó & co, un restaurante que tiene al pollo como protagonista absoluto. "Cocoricó es como un bistró afrancesado, de ahí que le hayamos puesto este nombre, partiendo del canto del gallo", explica Marcos Pujadas, chef y uno de los 3 socios del local, que se gestó durante el confinamiento y abrió sus puertas hace un mes, a mediados de noviembre. "Es un local informal en el que el pollo, un alimento muy versátil, es el protagonista. Ofrecemos un pollo de proximidad, procedente de un criadero ecológico de Vilanova, y lo elevamos a un concepto gourmet", continúa Pujadas.
Y lo logran. Desde la presentación, muy cuidada y con detalles como brotes y flores, hasta el sabor de sus platos. Como no podía ser de otro modo, una de sus propuestas estrella es el pollo a l'ast. Sirven medio o entero y lo acompañan con manzana asada. "Lo cocinamos al vapor para que esté bien jugoso y luego lo dejamos un poco más para que quede crujiente. Lleva 10 tipos de hierbas, entre ellas pimienta rosa", detalla el chef de Cocoricó & co.
Compite con este suculento plato el crispy chicken, otra de las especialidades de este coqueto bistró, que combina la elegancia del color negro con los tonos dorados, de acuerdo al concepto chicken royal (pollo gourmet). Crispy chicken son varias raciones de pechuga de pollo maceradas de un día para otro en kimchi, pimentón dulce y picante, sal y pimienta, y rebozadas con cereales y una tempura hecha con cerveza Estrella Damm. "Lo adornamos con unas hebras de guindilla, que le dan un toque de color y también picante al plato, para que sea más visual, y lo acompañamos con mayonesa de kimchi, elaborada a base de soja fermentada", precisa Pujadas.
Otra de las propuestas que más triunfan es el canelón de pollo rustido ecológico con una bechamel de queso parmesano. Un canelón en tamaño XL que muchos comensales piden como plato principal. También es big size su escalope royal con trufa y huevo a baja temperatura, una propuesta completa y deliciosa. La hamburguesa Cocoricó, servida en brioche francés, y la hamburguesa vegana se encuentran entre los clásicos de este local.
Entrantes: caseros y para compartir
Los entrantes son otro de los puntos fuertes del local, ocupado anteriormente por un restaurante japonés. Las croquetas de pollo asado y jamón ibérico, el pimiento asado en miel de caña y el guacamole casero, "hecho en mortero de piedra con microvegetales como el apio, las zanahorias, el pico de gallo y la cebolla encurtida, y acompañado por totopos", como especifica el chef, son opciones ideales para ir abriendo boca. "La ensaladilla rusa, acompañada con mayonesa a base de encurtidos y mostaza, y con ventresca de atún y piparras se pide mucho para compartir, algo habitual en nuestro restaurante", afirma Pujadas. Como postre, el broche de oro lo pone la piña flameada con ron y con un helado de coco que elaboran en el restaurante. También tienen en carta los fresones con cobertura de chocolate y unos vasitos caseros de cheesecake, banofee y tiramisú.
Estas suculentas propuestas pueden disfrutarse de martes por la noche a domingo, en horario de 13 a 16 h y de 18.30 a 21.30 h. Quienes prefieran degustarlas en casa, Cocoricó & co ofrece la opción de recogerlas en el bistró o entregarlas a domicilio, a través de su página web o de Glovo. Tanto el take away como el delivery lo sirven en envases reciclables, una clara apuesta por la sostenibilidad y la ecología.
Fotos: Marta Becerra
Carrer Major, 5
Sant Cugat del Vallès Barcelona
España