Durante los 14 años que compartieron cocina con Ferran Adrià en elBulli, Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas, jefes de cocina y pastelero del restaurante, respectivamente, se habían planteado a menudo cómo desarrollar un proyecto en común. La ilusión les corría por las venas y, con el cierre de elBulli y el inicio de la Bulli Foundation, consideraron que era el momento de lanzarse a la aventura. Nacía así, el pasado 27 de abril, el restaurante Compartir.
Este concepto, que da nombre y resume la filosofía del establecimiento, se basa en la cocina tradicional catalana que, en forma de platitos, toma la mesa e invita a hacer gala de nuestra vertiente más catacaldos. Los platos están pensados para repartirse ente los comensales. Aprovechan las técnicas aprendidas en elBulli para conseguir nuevos resultados y no dejan de prescindir de los toques asiáticos como la soja o el shabu shabu de salmón. Su éxito es la prueba de que la cocina sincera y relajada es la que cuenta con más fieles.
El restaurante se ubica en un emplazamiento incomparable, una finca típica del Empordà, cerca del Casino de Cadaqués. Paredes de pizarra, una terraza con naranjos para disfrutar de las noches de verano y un comedor interior sumamente cálido hacen de este restaurante un oasis en el que refugiarse.
Pese a esta emancipación, el núcleo de inteligencia de elBulli sigue al lado de Ferran Adrià en el desarrollo de su nuevo proyecto. "Aquí (en Compartir) no hacemos cocina de vanguardia, ni buscamos ningún avance técnico conceptual, aunque no os negaremos que también nos gusta esa faena. Pero para eso, tenemos la Fundación (Bulli Foundation)", explica Xatruch.