The Fucking Pollo

The Fucking Pollo, recetas creativas, callejeras e informales con pollo en A Coruña
The Fucking Pollo
24 Abril, 2025
Alberto Traversa
The Fucking Pollo revoluciona la cocina callejera en A Coruña con recetas creativas, sabrosas y sin filtros, donde el pollo es el rey y cada plato lleva la marca personal del chef Fran Naya.

Fran Naya es un tipo singular. Lleva la hostelería en su ADN, y es que desde pequeño se divertía correteando entre la cocina y las mesas del negocio de sus padres. Se hizo cocinero por tradición, pasó por empresario y gestor de sus propios locales hasta llegar a este presente donde disfruta de preparar comida informal, callejera y con su marca personal como un niño en un parque de atracciones. Casi se podría decir que goza mezclando e improvisando salsas, ingredientes y condimentos, todo para acompañar al rey de su nuevo establecimiento: el pollo. “¿Por qué el pollo? Porque es la carne más agradecida de todas y a la vez la más maltratada. Tan buena es que un simple pollo a la brasa ya es un plato que gusta a todo el mundo”, dice rotundo Fran. 

Y The Fucking Pollo, su flamanete local abierto hace apenas un par de meses en el casco viejo de la ciudad de A Coruña, es diferente: propone una oferta de comida callejera pero con ese punto de invención y ocurrencia del chef, como ocurre con las alitas golosas, con mermelada de melocotón y chipotle; un plato que el público pedía con cierta desconfianza y hoy ya es casi el preferido de su fiel clientela. 

623 10 10 95
De miércoles a domingo, de 13:30 a 16h y de 20:30 a 23h

Cocina especial en un local a medida 

Y si el chef es singular, no lo es menos el establecimiento. Revestido con distintos carteles de los estrenos filmográficos de las más populares películas quinquis españolas, esas donde los delincuentes y marginados sociales cobraban protagonismo casi como los héroes de la Marvel. Aun asi, el local es pequeño pero acogedor, con una barra que nos lleva casio hasta la cocina, escenario de las propuestas gastronómicas de The Fucking Pollo. 

Excepto hamburguesas, “que elaboro y sirvo en mi otro local coruñés, Efímero”, el establecimiento propone varias recetas diferentes a partir del producto base, como el pollo campero marinado durante 24 horas en tomillo, aceite, orégano y vinagre; la masa filo rellena de pollo aliñado con lemon-grass y sweet soja; las croquetas cremosas; el pollo ahumado con adobo cajún y crunchy de kikos; o el ‘Ban ban’ elaborado en salsa de tomate, soja fermentada (saschugang), puerro picado y lima rallada. Estas son algunas de las opciones del local que como acompañamiento a los platos ofrece unas patatas fritas “frescas, hechas en el momento, no refritas”, enfatiza Fran, o bien la ‘Fucking salad’, una ensalada de pollo frito, tomatitos, varias lechugas, vinagreta de sésamo y croutons. Estos días de postre presenta su creación dulce: una tarta de dos chocolates y pistacho

The Fucking Pollo

El secreto es una ‘one-man-kitchen' 

Las salsas, la brasa, el postre, todo es territorio único del cocinero que confiesa que “también hago las croquetas de pollo que, aunque es un plato muy popular, para mí imprescindible en la carta, como una religión”, apunta. Naya tampoco esconde que “me gusta sacar el pollo sabroso, jugoso, no seco, utilizando todo tipo de técnicas y aprovechando incluso el recetario internacional, para no quedarnos solo en la exclusividad absurda de los productos locales. De esta forma hacemos platos diferentes y más ricos”. 

Como broche añadido, el cocinero afirma que toda su cocina, excepto las croquetas por el rebozado, es también apta para celíacos. Inquieto como es, sin embargo, no pierde tiempo en aclarar que “estoy haciendo pruebas para hacer las croquetas con maicena o con arroz en vez de pan rallado, y, si cuaja, ya podré presumir de que este local es 100% sin gluten”, expresa. 

Y así, entre la charla y sus elaboraciones, Fran Naya se reconoce feliz en este, su nuevo hogar gastronómico. “Lo mejor que tiene este restaurante informal coruñés, además de las propuestas gastronómicas, es que, salvo encargarme de la sala, lo hago todo yo: pienso los platos, compro los productos, y lo más importante es que disfruto haciéndolo, porque no tengo la presión que se siente en otros restaurantes. Estoy volviendo a mis inicios, cuando cocinar era lo que más me apetecía hacer siempre”.   

Para disfrutar de un lugar distinto y de una gastronomía “rotundamente” diferente en gustos y elaboraciones (no técnicas sino en el valor y creatividad de las mixturas de sus salsas, por ejemplo), The Fucking Pollo es un espacio absolutamente recomendable, tanto para probar un poco de todo entre amigos como para descubrir la riqueza culinaria que puede dar y da un producto tan común como el pollo que, en este local, elevan a categoría de sublime. 

The Fucking Pollo

/ Otros Internacional.

/ Te gustarán.