Els Jardins de la Mercè

Hace ocho años que Toti Pigem abría el local, situado en una antigua casa señorial de 1900 en la Pujada de la Mercè, a poca distancia de la Girona más turística pero al abrigo del bullicio. Un establecimiento que tiene entre sus atractivos más destacados un fabuloso jardín que se ha convertido en un inmejorable escenario para disfrutar de una buena comida o una copa a la luz de las velas en pareja o con los amigos. Transcurrido este tiempo, Pigem y el chef Ángel Roqueta han sacudido completamente la carta partiendo de la base de siempre: que el producto sea de calidad.

Un ejemplo de esta apuesta por la excelencia son las ostras (Gillardeau, consideradas entre las mejores del mundo) que sirven de cuatro formas distintas: al natural (con un punto de lima), en escabeche (con ajo chalote y azafrán) o las versiones Mediterráneo (con aceitunas, naranja y romero) y Japonesa, con ponzu (una mezcla de salsa de soja y cítricos) yuzu (un cítrico originario de Asia), jengibre y huevos de trucha. Una auténtica explosión de sabor.

Siguiendo con las propuestas de mar, destacan también las navajas gallegas a la brasa con vinagreta ahumada y, entre los pescados, el bacalao al pil-pil con boletus y parmentier de patatas; las vieiras con boniato asado y piñones y el pulpo a la brasa con papada ibérica y aceite de pimentón de la vera.

El propietario de Els Jardins de la Mercè, Toti Pigem, es de la opinión que la vida es un placer que hay que saber disfrutar. La comida de la nueva carta, que sube un escalón el nivel de cocina que ofrecían hasta ahora, es un brindis a esta máxima. El cerebro de la nueva propuesta gastronómica, Ángel Roqueta, destaca que su gran preocupación "es respetar el producto", pero combinando sabores. Roqueta, de sólo 27 años, se ha forjado en algunas de las principales cocinas del país como el restaurante de Nandu Jubany, donde aprendió las raíces de la cocina catalana; el laboratorio del BulliFoundation, donde se ha formado en nuevas técnicas; y el Compartir de Cadaqués, donde ha consolidado su trayectoria.

La mayoría de platos, que destacan por su cuidada presentación, se pueden compartir: es el caso, por ejemplo, de las bravas y los steaks de pollo (las dos únicas herencias de la antigua carta); las gyozas de pollo con mango, soja y sésamo; las croquetas de butifarra de perol con compota de manzana; los berberechos a la plancha con cítricos; la ensalada de sardinas marinadas con manzana verde, yogur, olivada y albahaca o la ensalada de tomate, fresas y espuma de queso de cabra.

En el apartado de carnes, sobresale el rabo de buey cocido a baja temperatura, que destaca por su jugosidad, o la hamburguesa de cordero especiado ligeramente picante con cuscús e higos. La brasa, uno de los protagonistas de la antigua carta, está presente también en algunos platos de la nueva como el magret de pato, el secreto ibérico o el entrecot de buey gallego de 500 gramos.

Entre los postres, no te pierdas la tartaleta de crema de vainilla, frambuesa y pistachos. Una excelente opción para redondear una comida que, con vino incluido, cuesta de media unos 40 euros por persona.

Els Jardins de la Mercè ofrece menús para grupos a 30 euros (con cuatro primeros para compartir y cuatro segundos para elegir) y un menú degustación con maridaje a 60 euros, con platos como micuit de foie con mango, pan de especies y aceite de vainilla. En la carta de vinos hay referencias de gran parte de las Denominaciones de Origen de España y destacan vinos ecológicos y naturales.

El local, donde puedes disfrutar también de música ambiental, poesía o exposiciones de pintura, abre las noches de jueves a sábado y también ofrece comidas sábados y domingos. A partir del mes de abril, abrirá cada día por la noche y sábados, domingos y festivos también al mediodía.