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Hay pocas cosas más vascas que un buen txakoli, por lo que tiene sentido que un espacio que gira alrededor del txakoli que elaboran sus dueños esté teniendo éxito en la parte vieja de Donosti. Bidaia es la aventura más reciente de Xabier Urruzola y Garazi del Rey, quienes firman el txakoli Inazio Urruzola. En 2023, abrieron su primer bar en la calle 31 de agosto, Txakolina. Desde entonces, han seguido ampliando, y este año ha llegado Bidaia a la parte vieja.
El nombre del bar proviene de la marca de txakoli que exportan, Bidaia, diseñada para mercados internacionales como Japón y Estados Unidos. Mientras que, en el ámbito nacional, el txakoli se comercializa bajo el nombre de Inazio Urruzola, en el extranjero se optó por una identidad que transmitiera una esencia de exploración y descubrimiento. La etiqueta refuerza esta idea de un viaje sensorial y cultural.
Un viaje entre pintxos
La pareja comenzó elaborando vino en 2009 en los viñedos de Garaikoetxea, en los altos de Alkizu, donde plantaron uva hondarrabi zuri para elaborar txakoli bajo la D.O. Getariako Txakolina. Bidaia es una extensión de la pasión por el txakoli que ya marcaba otros proyectos del grupo en el puerto y los viñedos de Gipuzkoa.
En Bidaia, los productos locales son la estrella. Desde este rincón en la Plaza de la constitución, todo está seleccionado para ofrecer calidad a un precio asequible. La barra combina pintxos tradicionales, como el matrimonio de anchoa, con propuestas más innovadoras, pero siempre primando el producto de proximidad. Estos están montados en pan y vestidos con mimo con guarniciones de pimientos y huevas de trucha, pero vale la pena dirigir los ojos para arriba, donde la pizarra tiene algunas de las ofertas más interesantes, como los pintxos calientes y las propuestas de temporada.
Más allá de la barra
Los pintxos de temporada, a menudo vegetarianos, destacan por su creatividad y son uno de los reclamos más atractivos del local. Durante el otoño, por ejemplo, han trabajado con setas, queso y puerro para crear combinaciones únicas. Leire, gerente del local, dice "queremos que nuestra barra sea estéticamente atractiva y que, al probarlo, el cliente diga ‘esto vale cada céntimo’."
Entre las especialidades de pintxos calientes, los más populares son el de atún rojo y un taco de solomillo de cerdo con foie, que reflejan la conexión entre Bidaia y su hermano mayor, Txakolina. Y, por supuesto, cuetan con botellas y botellas del txakoli de la casa, cuya oferta incluye txakoli clásico, rosado, natural, y cuando no se haya agotado, espumoso.
Lo cierto es que el espacio es realmente acogedor, con paredes llenas de fotos antiguas, mapas y otras ilustraciones del viaje del txakoli. Si te encuentras a gusto, hay una carta de raciones donde, de nuevo, el producto es rey: empieza por el jamón y acaba por las setas a la plancha, o prueba el pulpo con pimientos de Gernika. ¡La tradición y el producto mandan!
Un proyecto con futuro
La expansión de los de Inazio Urrruzola refleja la ambición de sus creadores y su compromiso con la calidad. Este nuevo espacio en la parte vieja no solo busca ser un escaparate del txakoli, sino también un punto de encuentro donde tradición e innovación se den la mano.
Con una atención al detalle que va desde la selección de ingredientes hasta la atmósfera acogedora del local, Bidaia es una buena parada para quienes buscan una experiencia auténtica en Donostia—un sitio para explorar y compartir.
/ Otros Vasca.
