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Un edificio palacial corona una de las playas más amplias y bonitas de Euskadi, la playa de Zarautz. Impone con sus almenas y ventanas curvas con magníficas vistas, pero impone más aún cuando uno se entera de que es la casa Arguiñano.
El chef Karlos Arguiñano ha sido una figura destacada en el mundo culinario durante más de 50 años, protagonizando numerosos programas de televisión y escribiendo tantos libros de cocina que resulta difícil llevar la cuenta. Cuando Karlos cocina con chalotas en la tele, lo más probable es que este ingrediente se agote en tu supermercado más cercano.
Raíces familiares ligadas a la cocina vasca
Casi todos los días, Karlos toma su café en ese pequeño palacio, el Hotel Restaurante Karlos Arguiñano, aunque hoy en día lo regenta la familia, compuesta por siete hijos — Zigor, Karlos, Martín, Maria, Joseba, Amaia y Eneko. Nacido en Beasain, Arguiñano se estableció en Zarautz con su mujer Luisi Ameztoy, y ahora la segunda generación se encarga de la cocina, la gestión y el hotel, continuando el legado.
El restaurante dispone de 13 mesas en el comedor, y no es casualidad… 13 es el número de suerte de la familia. Karlos abrió el restaurante el 13 de julio 1979, en el número 13 de Mendilauta Kalea, tiene 13 nietos… Así va sumando su buena suerte.
Desde sus inicios, el restaurante Arguiñano ha sido un ferviente defensor de la nueva cocina vasca, resaltando los productos locales y la rica tradición culinaria de la región. Hoy, con un enfoque en la relación calidad-precio, cada menú ofrece una experiencia única que refleja lo mejor de la temporada, desde el aroma fresco de las verduras cultivadas en el huerto hasta el sabor inconfundible de los productos del mar traídos directamente del puerto de Getaria.
Mendilauta Kalea, 13
20800 Zarautz Guipúzcoa
España
La influencia de la segunda generación: entre tradición y vanguardia
Con la llegada de la segunda generación, encabezada por Zigor Arguiñano, el restaurante experimentó una renovación. Siguiendo los pasos de su padre, Zigor y Maria se ocupan de la cocina, y buscan mantener la esencia de la cocina tradicional vasca. Sin embargo, también exploran nuevas técnicas y sabores, influenciados por sus experiencias en diferentes cocinas alrededor del mundo.
Desde muy jóvenes, estaban inmersos en el mundo de la cocina, sentados en el pase, aprendiendo de su padre cada detalle sobre cómo transformar los ingredientes más simples y hacer destacar su sabor. En la época de Karlos, los platos eran más tradicionales y fuertes, como la becada y ragú de jabalí. Hoy en día, la pasión y creatividad de los hijos se reflejan en cada plato que sale de la cocina del restaurante, fusionando lo clásico con lo contemporáneo. El menú de degustación (51,90 €) consiste en dos entrantes, pescado, carne y postre, variando siempre con las temporadas. Los comensales todavía pueden disfrutar de una buena sopa de pescado o arroz caldoso, pero puesto al día. Y siempre acabando con los clásicos postres, que incorporan muchas recetas de Eva Arguiñano, como la tarta de queso o la Copa de Eva, una ligera melange de frutas, crema inglesa, y nata.
Más que un restaurante: el corazón de la comunidad
El restaurante Arguiñano es mucho más que un lugar para disfrutar de una comida excepcional. El bar, con su ambiente acogedor y su amplia variedad de pintxos y bocadillos, es un punto de encuentro para todos, donde desde la mañana se juntan locales y turistas en la terraza con sus bonitas vistas. En verano, el bar se convierte en un hervidero de actividad, con clientes disfrutando de los pintxos mientras esperan mesa en el restaurante, y se ve claramente el vínculo especial que han creado los Arguiñano con su comunidad a lo largo de los años.
Además, el hotel ofrece a los huéspedes una experiencia completa, con 12 habitaciones cómodas y vistas impresionantes que complementan la hospitalidad de la familia Arguiñano.
Desde su apertura en 1979 hasta el día de hoy, el restaurante Arguiñano ha sido mucho más que un lugar para disfrutar de una buena comida. Es un símbolo de tradición, evolución y hospitalidad vasca, repleto con paredes impregnadas de historias y sabores clásicos.
/ Otros Vasca.
