En primera línea de la playa de Zarautz se encuentra Tidore, probablemente el sitio más moderno del pueblo, y lleno de gente joven, familias, y surfistas que acaban de salir del agua. El escaparate es todo ventana, y por eso es un local lleno de luz, con música de Jack Johnson sonando suavemente de fondo. Las vibras son buenas, y es un sitio cómodo, con sus cestitas de mantas y flores secos de decoración.
En la pared principal hay unas palabras enormes que ponen LESS EGO, MORE SOUL (menos ego, mas alma), de la artista local Ainitze Txopitea. Es una frase que eligió Esther Fernandez, la dueña y la fundadora del local. Dejó su trabajo en el cooperativo de Mondragón, y sacó un proyecto en el Basque Culinary Center que llegó a ser este bonito restaurante en el centro de Zarautz. En su vida personal hasta ese momento, se había sumergido en el mundo del yoga, primero como alumna y luego profesora. Es desde este mundo que Esther sacaba su inspiración para Tidore, la búsqueda para un estilo de vida más saludable and mindful. Era un viaje de California que le confirmaba la viabilidad de un negocio de estilo de vida sano.
Tidore destaca tanto como sitio para desayunar y merendar que comer. Tiene una carta que parece una lista de deseos para el brunch perfecto: bowls, tortitas, tostados y huevos. De tostadas hay las de toda la vida, pero son famosos por las que son más fuera de lo común, como el aguacate con salmón y huevo poché, o el bagel caprese con mozzarella fresco, pesto, tomate y rúcula. Para los que buscan desayunar dulce, hay donuts, banana bread, brownies y donuts, todos caseros y hechos diariamente, la mitad sin gluten, más que la mitad veganos, y todos sin azucares ni harinas refinadas.
Los bowls son una moda recién llegada a la península, aunque llevan años sirviéndose en otros lugares. En esencia, son comida servida en un cuenco que suele venir como si fuera un plato combinado. En Tidore tienen bowls de desayuno y luego una selección de Buddha bowls, servidos en un cuenco grande, que contienen pequeñas porciones de diferentes alimentos. Se suelen servir fríos, y se suelen incorporar elementos saludables, como quinoa y arroz integral, y proteínas vegetales, como el tofu y garbanzos. El nombre viene del Buddha, y se supone que el bol parece la tripa de él. El Buddha bol más popular es el Tidore, que tiene arroz integral, espinacas, salmon, huevo duro, aguacate, sésamo y un aliño oriental.
Es un sitio donde salir de lo habitual en Zarautz y la zona norte de la costa. Para apetitos más grandes, también hay sándwiches que son algo más contundentes. Tienen dos hamburguesas, una de remolacha, sí, pero otro de carne de txuleta, con guarnición de rúcula, tomate, cebolla caramelizada, queso, pepino encurtido y mayonesa. También hay quesadillas y un bahn mi de jackfruit, una fruta tropical que tiene una textura muy parecida a la carne guisada. La misión de Tidore, y de Esther, es hacer ver a la gente nuevas maneras de alimentarse que son buenas para el cuerpo y el alma.
La lista de tés e infusiones sale de lo típico te verde y manzanilla—prueba un limón-jengibre, un Golden latte con cúrcuma, o el ginseng yogi tea. También sirven cold-pressed zumos, elixires que conservan mejor su valor nutricional por nunca pasar por calor, en combinaciones como el Relax (pera, manzana, plátano, limón y jengibre) o Metabolismo Activo (naranja, zanahoria, pomelo y cúrcuma).
Ipar Kalea, 16
Zarautz Guipúzcoa
España