Dieron en el clavo en el momento apropiado. Cuando José Manuel Sánchez y sus socios decidieron abrir una cafetería con altos estándares de calidad y servicio en 1994, se fijaron en un tipo de establecimientos que empezaban a implantarse en Barcelona, “donde se estaban haciendo los primeros bocadillos gourmet con pan tostado y sirviendo café de alta calidad”. Bocadillos -y luego tostas-, café y tés del mundo: esa fue la fórmula que les abrió las puertas del éxito y la posterior expansión. Hoy sirven al año, solo en este establecimiento, más de un millón de tazas de café, todas de 100/100 arábica. “Recuerdo que unos días antes de abrir, cuando estaban limpiando los últimos restos de la obra, entré y me dejé la puerta abierta. Y empezó a entrar la gente”, cuenta el hostelero. “Nos morimos de éxito”, resume. Tres décadas después, José Manuel y sus hijos dirigen un grupo compuesto por otras cuatro cafeterías con las mismas claves y una brasería.
C. Platería 26
Murcia Murcia
España
Esas claves, hoy, son evidentes. De alguna manera Drexco Trapería fue un establecimiento adelantado a su tiempo que anticipó muchas de las tendencias de consumo en la restauración actual. Un gran diseño -obra del estudio murciano Clavel- divide el local en varios espacios bien delimitados, con un aspecto que treinta años después sigue siendo hoy contemporáneo: una barra, un murete que la separa del salón y hace de contrabarra y uno de los elementos más característicos del urbanismo hostelero murciano: una amplia ventana directa a la calle. Por supuesto, otra de las claves fue la ubicación: la calle Trapería de la capital murciana -peatonal- es hoy la pasarela por donde todo Murcia ve y se deja ver, el salón principal para una población que acostumbra a vivir, casi literalmente, en la calle.
El servicio impecable es otra de las aristas de esta fórmula del triunfo. “Tuvimos la suerte de abrir Drexco con uno de los mejores equipos de camareros que he conocido en mi vida”, asegura José Manuel. Y aunque ese equipo se haya ido diluyendo con el tiempo, “el nivel de excelencia se ha ido transmitiendo”. Entre otras razones por la labor de Ana Jiménez: una trabajadora dedicada con anterioridad a la alpargatería que cuando entró en plantilla se reveló como el ‘alma mater’ del establecimiento. Hoy jubilada, el hostelero habla de ella con cariño: “Es la persona más leal, responsable y más trabajadora que he conocido. Siempre conteniéndome con su ‘piji, jefe, no podemos gastar más dinero”.
Y la comida, por supuesto. “El cliente que viene a Drexco se va a encontrar con casi todos los productos que consuma elaborados por nosotros. La repostería -nuestros bizcochos son famosos-, la ensaladilla -una elaboración fundamental en Murcia, tierra de las famosas marineras-, las empanadillas, las croquetas… todas elaboradas cada día en nuestra cocina”. De hecho, tras la expansión decidieron abrir un obrador donde centralizan el cocinado de todos estos bocados para distribuirlos entre los cuatro establecimientos. Pero, sin duda, el reclamo definitivo es el cuidado extremo del detalle, el mimo y el rigor que se hacen evidentes en cada bocadillo, tosta o sándwich que llega a las mesas. Y a unos precios que no revelan la calidad y dedicación subyacente. Tomarse un desayuno compuesto por un café con leche, una tostada de pan tradicional con aceite, tomate y guacamole por menos de cuatro euros parece casi imposible hoy en día.
La carta de Drexco Trapería es inmensa. Encontramos una decena de cafés de todo el mundo; otra decena de piezas de repostería artesanal elaborada en el día -bizcochos, brownies, croissants, napolitanas-; otras tantas tostas -de ibéricos, de ventresca de atún, de sobrasada, queso havarti y bacon, de salmón ahumado y mascarpone, de guacamole con huevo…-; y cuatro tipos de sándwiches. Hasta 16 propuestas componen el capítulo de tapas, entre ellas, las tan murcianas marinera, caballito, bicicleta, matrimonio, pastel de chato murciano, croquetas de Idiazábal, pastel de puerro con gambas… Y, por si fuera poco, quince bocadillos diferentes con el ‘toque Drexco’, es decir, detallismo, buen producto y mimo en la presentación. Con combinaciones tan singulares como el oriental -jamón, queso Gouda, tomate, aceite, sal y dátiles deshuesados- o el Drexco -tortilla francesa, salsa de cangrejo, salami, queso Gouda y lechuga. Cinco ensaladas, siete tartas y, de lunes a viernes, un plato combinado y un menú del día. Agotador. José Manuel Sánchez lo resume: “Cuesta un gran esfuerzo apostar por la calidad y por la elaboración propia de todo lo que servimos. Pero eso y el trabajo de nuestros camareros han sido la clave del éxito.”
La cafetería tiene como lema una frase de Hipócrates (el del juramento): “Que la medicina sea tu alimento y tu alimento tu medicina”. Ya no se sabe muy bien si Drexco es una cafetería o una farmacia.