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Cadaqués es mítica, romántica, surrealista y salvaje. Ubicada entre los abruptos acantilados del parque natural del Cap de Creus y el mar Mediterráneo, con sus casas blancas de pescadores y el surrealismo de Salvador Dalí impregnando sus rincones, es un pueblo al que se rinden todos los visitantes. Fuente de inspiración de artistas, boehmios y creadores, Cadaqués se ha convertido en el lugar imprescindible para vivir la Costa Brava más auténtica. En el centro de tanto encanto se encuentra Es Cantó, un gastrobar de reciente creación con una propuesta original, fresca, de calidad y apta para todos los bolsillos.
Plaça Frederic Rahola, 1
Cadaqués Girona
España
Proyecto autóctono
Es Cantó es, sobre todo, un proyecto autóctono. Dos jóvenes de Cadaqués, ambos con experiencia en hostelería, capitanean esta propuesta de bar, cócteles y tapas de calidad. Gerard Seriñana ha trabajado toda su vida en la hostelería, empezando en el negocio familiar; Redouan El Badri es conocido por llevar la coctelería de noche del Bar Boia de Cadaqués, junto a Manel Vehi. Los dos jóvenes decidieron unir fuerzas y experiencia y reabrir Es Cantó, un local con mucha historia: inaugurado hace más de 50 años en la plaza principal de Cadaqués, funcionaba hasta hace poco como café-bar.
Los dos amigos abrieron un Es Cantó reformado, con un aire más juvenil y más fresco, y con una nueva propuesta hostelera: tapas de calidad y cócteles clásicos y de autor. Gerard explica que la filosofía gastronómica es ofrecer platos sencillos en los que el protagonista sea el producto de calidad. Por ejemplo, el tártaro de salmón marinado con aguacate, una auténtica delicia. "Todo lo cocinamos nosotros, incluso las tostadas que acompañan algunos platos", explica Gerard.
Siguen la misma filosofía las croquetas caseras, el tataki de atún, los calamares a la andaluza con salsa de tinta de calamar, el chuletón de Nebraska o los tomates Cherry con burrata de importación. La idea es ofrecer platos para picar y disfrutar en su gran terraza con vistas al mar. Y a precios asequibles. La carta permite comer o picotear desde 10 hasta 50 euros, según lo que el cliente elija. Es una apuesta de los dos socios para satisfacer comensales con distintas preferencias.
Cócteles de autor
Mención aparte merecen los cócteles. Es Cantó ofrece dos cartas: una con referencias clásicas de toda la vida, y otra con elaboraciones propias de Redouan, que imprime en sus creaciones un carácter juvenil, fresco y agradable de degustar.
"En los cócteles, aplicamos la misma filosofía: todos están elaborados con frutas naturales y son muy refrescantes y ligeros; y con referencias de todo el mundo”, asegura Gerard. Algunos ejemplos son el llamado escalera de color, que combina jengibre, sandía, mandarina, lima y ginger beer, o el flipper, con sake, maracuyá, lichi y espuma de lima. También proponen el exótico rummi, con umeshu (licor japonés de ciruelas), fresas, sandía y espuma de lima, o el potente No limit, con mezcal, pepino, jengibre, lima, menta y ahumado de coñac.
Redouan El Badri ya está trabajando en nuevos cócteles. La idea es cambiar la carta este verano, para que la clientela encuentre combinaciones distintas y pueda probar nuevos sabores. "Es Cantó es una propuesta para todos los públicos, pero también para la gente joven de Cadaqués; queremos que encuentren una carta dinámica y original".
Abierto de 9 de la mañana a 1 de la noche (en verano será un poco más tarde), Es Cantó contagia a sus clientes del aire bohemio, auténtico y mediterráneo de Cadaqués. Una cita ineludible de la Costa Brava.
Fotos: Martí Artalejo
/ Otros De Tapas.
