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Las tapas y platillos caseros y el buen ambiente siguen siendo los ingredientes fundamentales de Collonut. El restaurante, que abrió su primer local a mediados de 2016 en la calle Olesa 7 de Barcelona, acaba de inaugurar su cuarto establecimiento. Lo ha hecho en la calle Francesc Macià 41 de Badalona, una ubicación céntrica y muy cercana a la playa.
Esta nueva vermutería, que abrió sus puertas el pasado 17 de diciembre y se suma a las de Maragall, Sant Andreu y Les Corts, es diáfana y cuenta con una agradable terraza interior. Las mesas altas con taburetes y los barriles de cerveza siguen formando parte del atrezzo de la bodega, que elabora tapas y platillos caseros con producto local y de proximidad. Este es el caso del jarrete de cerdo Duroc con parmentier de patata, una apetecible y contundente propuesta en tamaño XL, pensada para compartir. O no.
Carrer de Francesc Macià, 41
Badalona Barcelona
España
De las papas Collonut a los ibéricos extremeños
Entre los platos de cazuela también se encuentran las albóndigas con sepia o el canelón con bechamel trufada, además de otras propuestas. No faltan en la carta de Collonut clásicos como las croquetas de jamón ibérico, bacalao, ternera con trufa y espinacas y piñones, los choricitos a la sidra, las bombas, los torreznos o las tiras de pollo con mostaza dulce. Tampoco las olivas, las anchoas y boquerones de Santoña, las Gildas o la banderilla de pulpo y encurtidos, imprescindibles en cualquier vermut.
También lo son las papas Collonut, unas patatas chips gruesas con salsa casera de ñoras y alioli suave. Sorprenden tanto por su forma como por su genuino sabor, con un ligero toque picante. Las tortillas son otra especialidad de la casa. Siempre tienen de patatas con cebolla y, a diario, incorporan alguna más, como ocurre con la tortilla de sobrasada y la de queso Cabrales.
Otras tapas muy aclamadas son los tartares, la sobrasada de Cal Rovira con miel, las alcachofas con salsa romesco y virutas de jamón o la torrada de sardina ahumada con confitura de pimientos escalivados. Los quesos y embutidos son otro de los puntos fuertes de esta vermutería de barrio con aire canalla. Los ibéricos proceden de la dehesa extremeña y, la longaniza y el fuet, de Vic.
Postres caseros y público variado
Quienes aún tengan un hueco para el postre, podrán disfrutar de varias propuestas caseras, como el pastel de queso azul o el de chocolate negro, con una textura fundente que hará las delicias de cualquier paladar. El tiramisú y un delicioso biquini de ganache de chocolate con aceite y sal también pueden saborearse en Collonut, donde comparten risas y un buen rato universitarios, parejas, grupos de amigos y familias con niños. Asimismo, las mascotas tienen cabida en este espacio pet friendly, que prevé abrir dos locales más este año.
Fotos: Marta Becerra
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