Eko

En julio de 2021, Víctor Camacho, un joven pero experimentado chef, se hizo cargo del Eko, un bar de tapas tradicional ubicado en una de las zonas más transitadas de la capital de la Garrotxa. Decimos experimentado porque Camacho tiene una trayectoria profesional envidiable: formado en la Escuela de Hostelería de Girona y en el Basque Culinary Center, ha trabajado en algunas de las cocinas más prestigiosas del país, como Ca l’Enric de la Vall de Bianya, Torre d’Alta Mar de Barcelona, Aradi de Platja d’Aro y El Portal de Echaurren, el restaurante de 2 estrellas Michelín de Ezcaray en la Rioja.  

Así que Camacho decidió volver a su ciudad natal con ganas de aplicar todo este bagaje en un negocio propio. Y así surgió el nuevo Eko. “Cogimos un bar de tapas de toda la vida y, a partir de marzo, le empezamos a dar una vuelta. Seguimos haciendo tapas y platillos, pero más elaborados, con más cocina, más chup chup y con un producto de calidad”. También adecuaron el espacio para hacerlo más acogedor y sacar el máximo partido a la terraza, que funciona todo el año. 

Esta apuesta por el producto fresco, de proximidad, se refleja en una carta reducida formada por platos que se están convirtiendo en clásicos, como la ensaladilla rusa con tartar de salmón marinado, las croquetas de pollo rustido y de jamón o el calamar de costa a la plancha, cocinado con toda la tinta y su salsa. Y no podemos olvidar el bikini Eko, elaborado con pan de croissant y relleno de paletilla ibérica y queso Xiroi de La Xiquella, de Sant Esteve d’en Bas: ¡una auténtica delicia!  

La oferta gastronómica se complementa con un surtido fuera de carta, que se renueva cada semana, con el producto de temporada como protagonista: el espectacular atún salvaje de almadraba; los sonsos; el espárrago blanco de Navarra con yema de huevo curado, panceta ibérica y queso curado de cabra; las ortiguillas con mayonesa de lima, o el steak tartar de entrecot de vaca madurada. “Es un concepto que nos permite ir elaborando nuevas receptas en función de lo que nos va llegando, siempre que sea producto fresco y de calidad”.  

Uno de los platos que tienen más éxito es la tortilla de bacalao, según la manera de las sidrerías vascas. “En verano, el cliente pide platos mucho más frescos, como los boquerones en vinagre de Jerez, mientras que cuando llega el frío, triunfan propuestas más contundentes.  

Para los amantes de los postres, el pastel de queso va camino de convertirse en un plato mítico, pero también tiene mucho éxito el volcán, la versión garrotxina y personal del coulant de chocolate, y un tiramisú elaborado al momento. Es decir, los melindros se bañan en un espresso recién hecho a los que se incorporan la crema de mascarpone y el resto de ingredientes... ¡Sorprendente!  

La renovación del Eko va más allá de la cocina y la decoración. El restaurante también destaca por la calidad de su oferta cervecera, como la Estrella Damm Beer Drive, una cerveza fresca de tirador que proviene directamente de fábrica, sin carbónico añadido, y de la que se ha convertido en el distribuidor en exclusiva en la Garrotxa. 

El nuevo Eko abre del 12 del mediodía a 1 de la madrugada y cierra los martes. Aunque se desmarca del concepto de menú diario, los clientes pueden disfrutar de una buena comida con un producto de calidad por un precio que ronda los 25-30 euros. 

Fotos: Martí Artalejo