El club de tenis Turomar de Montgat (Barcelona) dispone de cuatro pistas de tenis, cuatro de pádel, una piscina, un minigolf, un estanque, un área recreativa para niños y otras instalaciones. Este amplio y polivalente complejo deportivo cuenta, además, con una masía antigua habilitada como restaurante. Ermita de Sant Martí, como así se llama, recibe su nombre de la ermita románica situada detrás de la masía.
Un entorno ideal para practicar deporte y disfrutar luego de la amplia oferta gastronómica de Ermita de Sant Martí, que abrió sus puertas la noche de San Juan de 2019. "Nuestra cocina fusiona tradición y modernidad en un espacio muy acogedor, donde pueden llevarse a cabo muchas actividades", explica Tamara Heredia, propietaria del restaurante y del club Turomar. "La intención es crear el efecto club de antaño sin necesidad de ser socio", añade Heredia. Por ello, cualquiera puede comer, tomar algo o cenar en el restaurante sin ser socio.
De las bravas con chipotle a las gyozas con teriyaki y brotes frescos
Las opciones son muy variadas, para todos los gustos, y a un precio muy asequible. Sirven tanto tapas, bocadillos y hamburguesas como paellas, propuestas a la brasa y platos originales con producto de proximidad. Propuestas que pueden disfrutarse dentro del restaurante o en su amplia terraza, con capacidad para más de un centenar de personas, donde también se celebran eventos y conciertos de música en directo.
Empecemos por un clásico como las patatas bravas. "Las elaboramos con salsa chipotle y pimentón de la Vera para que le dé un toque ahumado, y las pochamos dos veces a distinta temperatura para que queden cremosas por dentro y crujientes por fuera", detalla Alejandro Suárez, jefe de cocina. Croquetas, boquerones, fingers de pollo, nachos con guacamole, pulpo a la gallega o a la brasa y calamares a la romana no faltan en la carta de Ermita de Sant Martí. También tienen propuestas más elaboradas, como unas crujientes gyozas de pollo con salsa teriyaki y jengibre, acompañadas con brotes frescos y salsa sweet chili, o una colorida ensalada de queso de cabra con fresas, tomates, nueces, canónigos y brotes de ajo.
Las paellas son otro de los puntos fuertes del restaurante. Preparan fideuá, arroz negro, caldoso de bogavante, una paella vegetariana y la típica de pescado y marisco, que elaboran con productos que compran en el puerto de Badalona. "El fumet lo preparo con pez de roca fresco y a la paella le doy un toque final de ajo, perejil y cebollino", cuenta el jefe de cocina.
Menú diario, de fin de semana y de chuletón de un kilo
Los amantes de la carne podrán disfrutar de opciones como churrasco, entrecot, butifarra o entraña. Asimismo, el restaurante dispone de un menú con chuletón de un kilo para 2 personas por 50 euros. Incluye guarnición, vino y postre. Este menú no es el único, ya que tienen uno diario por 13,50 euros, con paella individual los jueves y viernes, un menú de fin de semana por 21 (con opción a arroz caldoso de bogavante por 4 euros más), y opciones para grupos.
Quienes no renuncien al postre, pueden disfrutar de propuestas caseras como un cheesecake, una tarta tres leches o la marquesa (esta última es típica de Venezuela). También preparan una deliciosa tarta francesa Bordaloue con manzanas confitadas, acompañada de helado de vainilla.
Una amplia y elaborada carta con ingredientes de proximidad y de temporada a la que se incorporarán otros propios. "En una de las zonas del club voy a crear un huerto cuyos productos utilizaremos en el restaurante, para ensaladas y otros platos", adelanta la propietaria, quien también tiene pensado ofrecer raclettes y fondues.
Fotos: Marta Becerra.