Kaleja

El concepto de este restaurante gastronómico nace de la demanda de los propios clientes de La Cosmopolita que quieren experimentar con otro tipo de cocina. Así, Dani Carnero ha ideado en Kaleja una cocina de producto muy directa, elaborada con muy pocos ingredientes y con respeto absoluto por el producto, que es donde él se siente cómodo a la hora de trabajar.

El restaurante dispone de tres menús en los que Dani juega y se divierte dentro de su universo creativo. Frases (9 pases), Notas (12 pases) y Apuntes (15 pases) son las opciones entre las que puede elegir quien haga su reserva en Kaleja.

Los primeros pasos son un conjunto de aperitivos que se comen sin apenas usar los cubiertos, sino usando las manos. Es parte del juego para dar paso a platos donde están presentes los crudos y las elaboraciones clásicas. La lumbre para cocinar los alimentos también tiene su propia representación, al igual que las legumbres. En este bloque dan especial protagonismo al sabor, trasladando al comensal todas las propiedades de las legumbres y añadiendo después otros ingredientes que nunca maten el sabor protagonista. Para finalizar, pescados y carnes y, por supuesto los postres.

Algunos de los platos que vas a poder probar en tu visita a Kaleja son un puchero de perdiz con toque de manzanilla o un cortadito de pringá con huevas de maruca. Esto como parte de los entrantes, al igual que la presa ibérica curada en salmuera y palo cortado con un chantilly de nata y esencia de trufa negra.

Dani Carnero es amante de las lonjas de Málaga, por eso no duda en visitarla varias veces al día y traer la mejor materia prima a sus restaurantes. Solo así se puede conseguir la excelencia en un plato como su caballa en crudo con puré de champiñones y escabeche de zanahoria y cebolla, o el calamar “crú” atemperado con mantequilla negra y alcaparrón de El Saucejo.

Aquí un cogollo de lechuga toma otra dimensión, sobre todo, porque el que prepara Dani lleva ostra y mantequilla de gamba. Un plato realmente sorprendente. Para continuar, nada mejor que unos pimientos asados al carbón con yema de huevo y caramelo de reducción de pimientos asados o sus alubias a la carbonara de cecina. El menú va “in crescendo” con un salmonete de la Caleta, que sirven soasado y acompañado de una emulsión elaborada con su propia grasa y huevas de trucha. En el apartado de carnes, gallina guineana cocinada a baja temperatura, con menier marina clásica y tradicional, ligada con unas huevas de arenca.

En los bocados dulces vuelve a sorprender con un pre postre que limpia la boca: helado de manzanilla, anís, sopa de manzana asado y apio. Este da lugar al último pase, que es un puré de calabaza con crema pastelera de calabaza, helado de mantequilla tostada y praliné de pipas de calabaza.

Para visitar Kaleja es imprescindible hacer reserva previa, especialmente ahora que el aforo está limitado y que no abren todos los días, sino desde el miércoles noche hasta el sábado noche, algo que esperan que sea momentáneo.

Otro de los encantos de este restaurante es su ubicación, en una de las calles más bonitas del antiguo barrio judío de Málaga, muy cerca del Museo Picasso y del Teatro Romano. Tanto si visitas Málaga como si vives en ella, es una opción que no debes perderte.

Fotos cedidas por el restaurante Kaleja.