Andorra lleva años reivindicando su papel en la gastronomía internacional. Andorra Taste, el encuentro gastronómico anual, celebrado en septiembre con la presencia de chefs de renombre mundial, es un buen ejemplo de esta apuesta por una nueva cocina. Y en este contexto, con la apertura de restaurantes que tienen un potente discurso culinario, aparece Unnic en la primavera de 2023. Sin duda, el nombre es toda una declaración de intenciones, porque Unnic es realmente un espacio único, enormemente original y con una carta maravillosa. El restaurante está ubicado en la última planta del edificio que alberga el casino de la ciudad, en el centro de Andorra La Vella, capital de este pequeño estado enclavado en el corazón de los Pirineos.
Carrer Prat de la Creu, 40
AD500 Parròquia d'Andorra la Vella
Andorra
Restaurante Unnic, un espacio único en todos los sentidos
Nada más se abren las puertas del ascensor que conducen a la quinta planta donde se encuentra el restaurante Unnic uno ya se da cuenta de que probablemente no exista nada igual en Andorra. El interiorismo es un fabuloso homenaje al Arca de Noe en toda su extensión, una belleza que empapa la experiencia desde el primer momento.
El arquitecto responsable del interiorismo de Unnic se inspiró en una antigua leyenda que cuenta que el Arca de Noe recaló en Andorra, en el valle d´Incles, para ser exactos, y ahí salieron los animales a pastar. Esa inspiración se traduce en curiosas nubes que cubren el techo (haciendo referencia a la famosa tormenta que desencadenó la lluvia torrencial). Pero, sin duda, lo más llamativo son las enormes jaulas doradas repartidas por la sala, iguales a aquellas en las que viajaban los animales en el arca.
Además, una estupenda mesa de madera de Iroko especialmente traída desde África preside una zona de la sala, frente a una amplísima vidriera que permite ver de cerca la cocina desde donde se preparan los platos: un showcooking impagable incluido con la comida. Y con espacio hasta para 32 comensales, lo que la convierte en una mesa idónea para celebraciones, cumpleaños o encuentros numerosos.
Hay también una terraza abierta (cerrada en invierno y abierta en verano) que permite, en el centro de Andorra, observar las montañas desde esta privilegiada quinta planta. Y, si lo deseas, incluso se puede comer (bajo disponibilidad y hasta 8 personas) en un reservado adjunto a la cocina, con exclusivas vistas de los fogones y de todo lo que se cuece ahí dentro. ¡Incluso puedes solicitar que el emplatado se realice frente a tus ojos! Todo un lujo.
La cocina del restaurante Unnic, de 3 M: de montaña, mediterránea y moderna
Unnic no deja de ser un restaurante de lujo que persigue la alta gastronomía como referente, uno que podría verse en las grandes capitales europeas y que ahora tiene su hueco en una pequeña ciudad con ese punto chic en decoración y restauración que marca la diferencia.
En la carta podemos distinguir cocina mediterránea y de montaña, como no podía ser de otra manera, pero, además, su propuesta es de cocina de vanguardia bien ejecutada. No solo la decoración del espacio es elegante e impresionante, también lo es la presentación de los platos: en definitiva, una propuesta ecléctica y abierta para cubrir todas tus necesidades culinarias. No, no es solo una carta de cuchara, carnes y pescados, sino que pueden encontrarse también referencias japonesas y, detrás de los fogones, a Thierry Burton, un chef belga con un amplio recorrido en cocinas europeas.
Unnic es una apuesta de país para convertir Andorra en un verdadero polo turístico y gastronómico más allá de las modas pasajeras, más allá de la estacionalidad unida al esquí o el mountain bike. Es un centro que aglutina todo lo que puedes entender como un espacio gastronómico de enorme calidad y singularidad.
La carta del restaurante Unnic repasa lo mejor de la gastronomía local e internacional
La carta del restaurante Unnic es un compendio de todo lo que un territorio enclavado en los Pirineos puede ofrecer. Una síntesis que repasa la gastronomía local con guiños a la internacional. De entrada, una selección de quesos madurados y frescos del Pirineo catalán y francés, además de embutidos de la zona e ibéricos. Y, entre los bocados gourmet, pequeñas joyas como los buñuelos de bacalao con su pil y pil y corteza o el taco de pollo ají.
Para abrir boca y antes de entrar en los platos más contundentes, la carta propone una selección de entrantes que impacta por su variedad y calidad. Entre otros, el maravilloso huevo de Canillo con gamba roja o el imprescindible tartar de atún rojo Balfegó y brócoli frito, acompañado de una salsa teriyaki que permite combinar el frescor del atún con la dulzura de la salsa y el brócoli para lograr un maravilloso contraste de sabores en boca. Es imprescindible también su ensaladilla de calamar o la coca de foie, anchoa y berenjena asada con miel.
Decidirse por un solo plato de cuchara o arroz es terriblemente complicado: si uno se encuentra en temporada invernal, se puede optar por unas albóndigas mar y montaña, unos callos burgaleses de la Loli o unos canelos de cocido con setas y trufa de infarto. Y mención aparte para los arroces, que por algo el jefe de cocina es tarraconense. Unnic propone cuatro opciones: el arroz con gambitas, el de pato con olor a naranjo, el de presa ibérica, foie y setas y el meloso de bogavante. ¡Prepara el babero!
Si uno se queda con ganas de más, tocan las carnes y los pescados. Desde el mar, propuestas como el rodaballo a la brasa, el lomo de lubina sobre su piel y puerros o el bacalao confitado con pies de cerdo y crema de zanahoria. Y desde lo más profundo de la tierra, chuletón de vaca Charra a la brasa, tomahawk o paletilla de cordero al horno, entre otras joyas.
Tienen además un menú ejecutivo por 25 € de lunes a viernes que resume el alma del restaurante, y un maravilloso menú Experience Unnic que, por 65 € (disponible todos los días), permite adentrase en una nueva dimensión gastronómica. En definitiva, Unnic se establece como más que un restaurante: es mejor definirlo como una auténtica experiencia culinaria por la que vale la pena desplazarse hasta el Principado.