Mar de Nudos

Cruzar la puerta de Mar de Nudos es como traspasar a otro mundo. La elegancia del lugar es imponente y es que las mesas están preparadas para recibir a los comensales más selectos. Grandes jarrones con flores, botellas de champagne, galanos sofás... todo ello frente a un paisaje soñado. El puerto de Palma respalda la sala donde ingentes yates impresionan a cualquiera. Comer o cenar aquí es un lujo, no vamos a engañarnos, pero también una experiencia única que uno no debe perderse.

Su propietario, el restaurador Marco di Loreto, lo define como un restaurante para los cinco sentidos. Desde la gastronomía, hasta los colores, el servicio, las plantas, los olores… Todo está meditado para que el comensal pueda vivir una experiencia inefable mientras impresionantes yates amarran frente a sus mesas. Di Loreto, propietario también del chiringuito Anima Beach Club ubicado en la bahía de Palma, es conocido por su larga trayectoria en el mundo de la restauración, llevando bajo su dirección a diversos restaurantes a conseguir la Estrella Michelín.

Sin duda debemos destacar la decoración del lugar; impresiona. Y es que no falta detalle para la comodidad del comensal. Un disfrute que por las noches se acompaña de luces cálidas y música de la mano de un DJ.

La cocina de Mar de Nudos no es una fusión de dos gastronomías ni mucho menos, sino que su ambiciosa carta presenta dos ofertas bien diferenciadas de los mejores platos japoneses y mediterráneos, donde los sabores italianos deslumbran gracias al jefe de cocina Giovanni Chiodi. El chef nos propone probar sus creaciones, composiciones visuales que después se tornan armónicos sabores en boca.

Empezamos con un espectacular ceviche de gamba con cebolla morada, lima y Shichimi, un condimento japonés que le aporta un punto picante idóneo, que llega acompañado de un sushi de langostino caliente envuelto en panko con ensalada de Daiko y zanahoria, remolacha, salsa Goma Draising y ponzu, que hizo que quisiéramos probar mucho más.

Continuar con el filete de lubina, puré de patata con rábano picante y crema de pimiento rojo fue un gran acierto. La frescura del pescado y la variedad de ingredientes y sabores completan un plato ligero y elegante. Entre pescados, encontramos bacalao negro, calamar a la plancha, rodaballo en costra de patata, entre otros… recetas apetecibles donde el producto es el protagonista. Las carnes también son una excelente opción: entrecot black angus 320 g, carré de cordero en crosta de finas hierbas, solomillo con parmesano gratinado, chuleta blanca a la milanesa o un espectacular steak tartar.

La gran sorpresa llega en el último pase: una sublime carbonara escoltando a unos raviolis caseros y guanciale crujiente. Una pasta que, al cerrar los ojos, nos traslada a la Toscana más auténtica. El olor del plato de la mesa de al lado también nos despierta curiosidad, y es que la Tagliatella a la trufa que se prepara frente al cliente en un gran queso parmesano nos hace volver a cerrar los ojos y dejarnos llevar. Otras recetas italianas como el risotto de vieira salteada, el de azafrán y bogavante, linguine al pesto, spaghetti aglio e olio y los gnocchi de patata con espárragos y gambas son recetas que seguro maravillan a cualquiera.

Llega el turno de los postres… Se nota la experiencia del maestro pastelero. Probamos un tiramisú que sorprende tan solo llegar a la mesa. En boca, suave y untuoso… El final perfecto de nuestra perfecta velada.

Una localización de ensueño junto a un servicio atento y elegante convierte a Mar de Nudos en el lugar idóneo para sorprender, disfrutar y dejarse llevar. Sin duda the place to be en Palma.

Fotos: Matías Ponsico