Lo han querido llamar slow fast food, dando a entender que la gastronomía informal que practican no deja de lado lo saludable y natural. Y parece que han acertado. Nibble es uno de esos espacios que por el bien de todos debería existir en toda ciudad moderna que se precie. “Nuestro objetivo es que todo el que pase por aquí pueda disfrutar con la comida de la forma más desenfadada posible”, explican Luis Miguel, José y Diego, los artífices de este nuevo restaurante ubicado en el Paseo de la Castellana, a la altura del número ochenta y nueve.
El lugar, de aire industrial, apuesta por poner en valor los propios materiales del comedor. Tubos que sobresalen del techo, mesas desprovistas de decoración, mallas de hierro, bombillas de filamento visto, sillas de metal y soluciones de espejos para hacer más amplio el local.Todo ello de cara al parque de Pablo Ruiz Picasso. Una zona donde abunda la competencia y las grandes ofertas, pero en la que Nibble tiene mucho que aportar.
Los tres socios provienen de ámbitos distintos, lo que los une es su amistad y el placer por el buen comer. Tenían claro que cuando montasen un espacio de este tipo debían apostar por una cocina internacional reconocible, donde el producto fuera lo primero y se pudiera elegir entre opciones healthy. Dicho y hecho. La carta abunda en platos universales como el poke hawaiano, la hamburguesa, los nachos o el ceviche. Pero siempre dados una vuelta, con aportaciones novedosas. El primero, por ejemplo, lo ofrecen en una versión vegetariana, sin salmón y con tofu, alga wakame, aguacate, zanahoria y arroz.
Otro de sus hits es la hamburguesa oriental, elaborada con atún a la plancha (vuelta y vuelta, para mantener toda su esencia), pepinillo, lechuga, tomate, mahonesa de wasabi, huevas de salmón y acompañado de unas vainas de edamame, el nuevo snack saludable. Nibble es sinónimo de comida variada, de ambiente joven y de platos para compartir. Un ejemplo a seguir por muchos de los espacios que lo rodean, que aún no han conseguido adaptarse a las dinámicas de hoy día, donde el afterwork manda y los menús cada vez son menos perezosos.
En este universo gastronómico, sus populares Nibbs tienen todas las de ganar. “Son unas galletas de trigo que condimentamos por encima. Se le puede poner un tartar de salmón, magret de pato o atún a la plancha”, comentan sobre esta receta innovadora. La carta da tanto de sí como uno desee, siempre con el producto fresco por bandera y las creaciones con un cierto punto diferente. La quinoa es uno de sus ingredientes más utilizados. El reconocido superalimento lo emplean como base de un sándwich de aguacate y rúcula; o como elemento principal de su ensalada más sana.
Para finalizar, algo de dulcería a partir de tartas de zanahoria, queso y chocolate. A lo que hay que añadir un par de flanes y un láctico yogur de granja, aderezado con mermelada de fresa o mandarina. Todo ello en un ambiente distendido y cercano, con una terraza que ya ha empezado a coger temperatura. Nibble, más pronto que tarde, está llamado a marcar el ritmo en la dinámica zona de Nuevos Ministerios. Porque cuidarse ya no es solo un deseo o un capricho, sino una necesidad.
Paseo de la Castellana, 89
28046 Madrid Madrid
España