Nu

"Esencia, sobriedad, naturalidad, atemporalidad. Es una búsqueda de nuestros orígenes, de la pureza culinaria". Esa es la filosofía de la que Pere Massana quiso impregnar a su restaurante, Nu (desnudo en catalán). De ahí el nombre.

Situado en lo que era La Confiteria Roca de Girona, el restaurante de Pere Massana tiene un único comedor con una capacidad de 38 cubiertos. Su oferta gastronómica se basa en los platos de pequeño formato, raciones para picar y una barra activa.

Hablamos, pues, de un espacio más informal pero con el mismo rigor detrás de los fogones que el Massana, que abrió en el año 1985 y que desde 2008 cuenta con una estrella en la Guía Roja Michelin.

La carta del Nu es una combinación de cocina creativa, como los buñuelos líquidos de setas o el bombón nacarado de ajoblanco, salmón y aceite de oliva virgen, y platos históricos de la cocina catalana como morro de ternera y puré cremoso de patata y tarrina de carn d'olla, pelota y piñones... También destacamos en la carta, los tártaros y los sashimis, que se preparan delante del cliente para hacerle soñar antes de dar el primer bocado.

Más que hacerse sombra, el Massana sirve de guía al Nu, es algo así como su hermano mayor. Como explica el padre común, Pere, ambos siguen el mismo leitmotiv: "trabajar con productos de altísima calidad", pero a la vez de preparar los platos buscan crear una cocina "un poco más informal, con un formato más cosmopolita".

Medias raciones, pequeños formatos y una presentación más joven. Efectivamente, la idea del Nu es mantener la esencia de su predecesor, pero dar un paso más. "Puedes comer un canalón de rustido o carrilleras de ternera pero siempre en una media ración que permite al mismo tiempo combinarlo con un tártaro de atún toro, por ejemplo", explica Pere.