El Rincón

“Nosotros somos conscientes de que el bar es muy pequeño y que la gente tiene que estar de pie comiendo, por eso intentamos de todas las maneras posibles que el trato y la calidad de los alimentos sean los mejores y a un buen precio”, asegura Alfonso Martínez, gerente de El Rincón.

Éste coqueto bar de Alhama de Murcia abrió sus puertas en septiembre de 1991, lo que lo ha convertido en uno de los pocos locales de la zona con 25 años de experiencia. El fundador, José Martínez empezó con tan solo 13 años en El Chaleco, uno de los restaurantes de mayor éxito de la ciudad durante los años noventa y, tras una larga trayectoria, quiso dedicarse con más empeño a la versión en miniatura de los platos -a la tapa- que al propio restaurante.

Fundó El Rincón hace casi tres décadas y desde hace unos años, cedió el testigo a su hijo Alfonso y a su yerno David, quienes han ido evolucionando aquellas primeras elaboraciones a la oferta gastronómica que hoy en día completa la carta de El Rincón. “La gente siempre nos ha pedido innovación y nosotros hemos sabido responder ante esa demanda. Siempre que hacemos una tapa nueva se la ofrecemos a los clientes para que la conozcan, además casi el 90% de los clientes nos dan la libertad de aconsejarles en la elección de las tapas”, asegura Martínez.

La transición de la primera a la segunda generación fue todo un éxito, a pesar de que en el escueto bar la personalidad del fundador estaba más que consolidada entre los clientes. Ahora son los dos cuñados los que desprenden esa familiaridad y cercanía a toda su clientela, la cual es muy variada, ya que son muchos los extranjeros de Noruega o Francia que repiten una y otra vez en El Rincón.

Atún a la plancha, salmón, canapés variados, gazpacho, carpaccio de champiñón, rabo de toro, letones, sepia, verdura a la plancha, y muchas más combinaciones se aúnan en una carta ideal para el tapeo del mediodía o los almuerzos de la mañana. “Abrimos a las 7 de la mañana y tenemos clientes bien temprano hasta el mediodía; tanto para desayunar, almorzar y comer”, afirma el gerente.

Siempre trabajando con producto de temporada, El Rincón no deja indiferente a ningún cliente que se acerca hasta la barra, a las seis mesas que forman la terraza del local o a los barriles de vino convertidos en mesas altas de que dispone. Algunas de las tostadas que ofrece se han convertido ya en bocados clásicos de la zona, imprescindibles para los clientes, como la tapa Ángela Merkel –con una buena ración de pepino y sardina salada-, La Sirenita –sardina con puerro y tomate- o la del Cantábrico –cabrales con anchoas y miel-.

Con el fin de actualizarse en su oferta gastronómica, el local ha incorporado platos sin gluten para aquellos clientes que los demanden y, siempre bajo la premisa de utilizar productos de temporada. “Son muchos los clientes que vienen a almorzar y me preguntan: ¿Qué me vas a poner hoy? Puesto que, por un lado se dejan aconsejar y, por otro y más importante, se fían de la calidad que ofrecemos".