Si hay un espectáculo cautivador en Japón, ése es el de las luciérnagas, conocidas como hotaru (ホタル). Se trata de un fenómeno natural que comienza con la temporada de lluvias, durante los calurosos meses de junio y julio, cuando la luciérnaga asiática sale a emparejarse y se juntan miles de ellas en los bosques del país nipón. El resultado: un escenario mágico, casi de ensueño, que ha servido de inspiración en la apertura de un nuevo restaurante en Valencia que gana adeptos a pasos agigantados. Se trata de Hotaru, ubicado en pleno barrio de Ruzafa, una propuesta de cocina japonesa donde el sushi no es el único protagonista.
Y es que este proyecto, liderado por el chef Óscar Alcañiz, se gestó con la idea de dar vida a un espacio donde el estilo de cocina bebiese de las raíces y técnicas japonesas, y donde el respeto al producto fuera una máxima, pero dándole una vuelta de creatividad e innovación. De ahí esos platos tradicionales en apariencia, pero que te sorprenden al primer bocado. Unos claros ejemplos son las gyozas, o empanadillas japonesas, elaboradas con manitas y papada de cerdo frente al tradicional relleno de carne picada, o el nikuman, relleno de jarrete de ternera y tuétano, y servido sobre un hueso espectacular.
Otro punto diferenciador de su carta es la importancia que se le da al empleo de la robata, término que puede traducirse como “cocinar en la chimenea”. Una técnica gastronómica japonesa que cuenta con más de 2.000 años de historia y que consiste en cocinar principalmente carnes y pescados sobre unas brasas de carbón natural caliente. De ahí que salgan preparaciones tan exquisitas como el pulpo kimizu-karashi con salsa kimizu, furikake y mézclum de algas; el bogavante kimizu-yuzu con huevas de salmón y bearnesa japonesa de yuzu; el magret de pato con teriyaki de arándanos o el delicioso solomillo yakiniku con batata frita. Sin duda, estamos ante la joya de la corona de Hotaru, donde Óscar y su equipo disfrutan cocinado el producto en diferentes alturas, atendiendo a las necesidades de temperatura que requiere cada materia prima para que su punto sea perfecto.
Pero si eres amante de la cocina japonesa, no olvides disfrutarla desde el principio. Así que toma nota y no te saltes entrantes como el nasu dengaku, berenjena japonesa con salsa de miso rojo y katsuobushi, o el harumaki, un rollito de primavera con cangrejo de concha blanda y wasabi-mayo.
Para que la experiencia sea redonda, déjate aconsejar y marida las creaciones Hotaru con cervezas artesanales japonesas, sakes Premium o una exclusiva carta de cócteles diseñada por la conocida bartender Li Vidal. Todos ellos inspirados en aromas y sabores propios del país nipón. Nuestro favorito: el sakura no hana, una dulce mezcla de flor de hibiscus, umeshu y jengibre. Y, como no podía ser de otra manera, el de la casa: la luciérnaga. Un cóctel muy refrescante cuya receta es secreta.
En su espacio interior, la propuesta gastronómica se envuelve en un ambiente acogedor basado en la calidez de la madera, que de noche se transforma, por un bonito juego de luces, en un escenario diferente y casi onírico que recuerda a las luciérnagas y su baile. Su terraza exterior, mucho más cosmopolita, simula un pequeño callejón de Tokio. Eso sí, independientemente del lugar escogido, en Hotaru te sentirás como en casa mientras disfrutas de una agradable comida o velada, sin prisas, y, a ser posible, regada con alguno de sus exclusivos cócteles. Sin duda, estamos ante un nuevo restaurante japonés en Valencia que va a dar y mucho que hablar, tanto por su oferta amplia y arriesgada, desvinculada de estereotipos, como por su ambiente cálido y relajado.