Espai Castell de Rosanes

En el Espai Castell de Rosanes encontramos un restaurante singularísimo: desde hace cinco años esta masía-castillo milenario ha mutado en restaurante fino donde preparan cocina japonesa ortodoxa. Cocina estricto respeto a la técnica y tradición nipona, platos de estética cuidada y  combinatoria de sabores clásicos con algunas pinceladas contemporáneas como el exitazo del uramaki de fresa y foie con crema de queso. Tremendo.

La búsqueda de lo original siempre ha de estar acompañada con la exigencia de la calidad gastronómica, y en el Espai Castell de Rosanes han cantado Bingo.

Situado en la comarca del Vallés Oriental, el castillo original fue ampliando espacios a lo largo de los siglos hasta convertirse en masía de núcleo acorazado. Una construcción tan señorial como agrícola en el corazón de una comarca verde todavía hoy -por suerte- con abundante presencia agraria. La conducción del par de kilómetros finales por un camino entre campos mientras la línea del magnífico edificio se recorta en el horizonte forma también parte de la diversión y la experiencia. Cuando lleguemos y aparquemos (amplísimo espacio para ello justo frente a la entrada) encontraremos un  recio portalón de madera gruesa. Tras él, la imponente visión de la torre central de defensa y guardia nos dará la bienvenida. Empieza el espectáculo.

El restaurante cuenta con un comedor interior entre paredes de roca (sólidas mesas de madera oscura bajo un mar de lámparas esféricas que provocan una iluminación muy cálida) y un delicioso espacio exterior (mesas en entorno ajardinado, sillas cómodas aunque sean de exterior -bravo- y por las noches una iluminación que convierte el jardín en un entorno hipnóticamente bello).

La carta es muy amplia y cubre los cinco artes culinarios que clasifican la cocina japonesa: crudo, cocido, vapor, parrilla y frito.

Además de las sugerencias del momento, que cambian según temporada (¡como la vieira cocinada en plancha teppanyaki con gamba roja y aguacate!), encontramos entrantes como el clásico yakitori, pinchos de pollo con cebolleta y salsa dulce o las gyozas, empanadillas de fina y delicada piel rellenas de carne y verdura que se cocinan al vapor.

Algunos de los grandes hits del local son los ya citados uramaki de fresa y foie con crema de queso, que se acompañan de pipas caramelizadas y salsa yakitori. En la imagen se aprecia la golosa combinación de sabores y colores, con fresas naturales del maresme brillantes y rojas en combinación con los puntos de mayonesa japo (con wasabi, ligeramente picante). Un festival.

También es un hit el foie kani uramaki.  En su interior encontramos carne de cangrejo real natural y aguacate, envuelto con foie micuit flambeado y cebolla frita para darle un toque crunchy.

Para los amantes de la pureza del nigiri, esta selección de cortes excelentes de shiromi (pez mantequilla), toro (ventresca de atún), maguro (atún), shake (salmón), suzuki (lubina), ebi (langostino), calamar y gamba cruda.

Atención. Para los que quieran estirar la gozadera de una cena tan suculenta,  hay también espacio lounge club con coctelería ( sushica ) para la copa larga tras el ágape. En ocasiones durante las cenas cuentan con música en directo y sesión de DJ para ambientar hasta el último momento. (en este caso habitualmente las noches de jueves a sábado )

Consulta agenda en la web oficial www.espaicastellderosanes.com o en Instagram @espaicastellderosanes .