Marimoto es uno de los restaurantes japoneses mejor considerados de Granada. Y no es para menos. El local, que se sitúa en calle Ángel Ganivet, es otra de las propuestas gastronómicas de José Ángel Castro y Evangelía Chalatsakos, propietarios de Grupo Alameda. Aquí, la técnica de la cocina japonesa se fusiona con las mejores materias primas del mercado para reinventar el producto más local. El resultado: platos originales donde se aprecia la técnica y el buen hacer del equipo de cocina con el resultado de una experiencia redonda donde, además, puedes acompañar la comida con cócteles.
La carta de Marimoto propone platos clásicos e innovadores, combinaciones donde el producto está presente, sin máscaras ni artificios, para disfrutar su sabor de pleno. Para abrir boca puedes pedir desde unas ostras al natural o con gazpacho de maracuyá a sashimis variados de pescados del día o unas gyozas de pollo de corral glaseadas con reducción de mandarina. Por supuesto, también tienen los clásicos edamames salteados con aceite de sésamo o el tartar de atún rojo de almadraba, entre otros platos. Uno que llama la atención es el temaki con salmón, mayonesa de kimchi y cebolleta japonesa, todo un japo ‘finger food’ divertido para empezar a comer.
También entre las entradas más originales está el usuzuki de lubina con sofrito andaluz y ponzu. Este plato se puede hacer también con otros pescados, siempre que sean fibrosos, como el rodaballo o el pez globo. En Marimoto le añaden un sofrito parecido al pisto, patatas fritas para dar un punto de crujiente y un toque de té matcha para aliviar el amargor de la salsa ponzu hecha de forma casera.
En cuanto al sushi, lo hacen el estilo ‘edomae’, es decir, al estilo tradicional de la bahía de Tokio. Cada pieza va pintada con soja, lista para comer. En la carta ofrecen nigiris tradicionales clásicos, como el de lubina, salmón o atún rojo y otras opciones fusión entre los que están propuestas tan originales como el de wagyu, calabacín y caviar, la presa ibérica con cremoso de sésamo y huevo de codorniz o el de atún rojo con ‘fritaílla’ de tomate. También puedes tomar distintas opciones de gunkan, como el de tartar de atún rojo, yema curada y trufa, y uramakis, con propuestas que van desde salmón aguacate y pepino, hasta langostino en panko, piparra y hamachi. Nosotros nos decantamos por la lubina con seta enoki, el salmón asado con alioli de wasabi y lima, el descargamento de atún con sofrito andaluz y pimiento y el de caballa encurtida con jengibre y cebolleta.
Por supuesto, no puedes irte sin probar alguno de los platos que hacen en el kamado, el horno de origen japonés en el que hacen propuestas tan suculentas como el tuétano de vaca, tartar de atún y caviar, donde la mezcla del pescado con la grasa es una combinación muy interesante. En esta parte de la carta están los platos más contundentes como, por ejemplo, un lomo de wagyu que puedes tomar sopleteado o asado al carbón, un solomillo de vaca vieja con teriyaki, un ramen de ibérico Joselito asado a baja temperatura con huevo en salmuera, cebolla china y hoja de sisho o un salmón miso asado al carbón. Los matices de sabor de cualquiera de estos platos te sorprenderán.
Y si aún te queda hueco, hay que probar postre. Lo mejor es que dejes espacio para tomar algunas de sus opciones dulces. Puedes elegir entre diferentes mochis japoneses artesanos: de yuzu, té matcha, mousse de chocolate o azuki; bizchoco de té matcha con gelificado de yuzu y helado de mandarina o una opción más dulce como el brownie de chocolate negro, pistachos con helado de yogur y salsa toffee.
Ya solo queda que reserves tu mesa y disfrutes de la propuesta de Marimoto.