"Mamma mia" son las primeras palabras que pronuncio al probar los panciotti de berenjenas con gorgonzola, pesto, trufa y crujiente de speck. La combinación de sabores y texturas de este plato se da en todas las propuestas de la carta de O Mamma Mia, un restaurante que abrió sus puertas en el barrio de Sarrià-Les Corts el pasado 25 de septiembre, aunque su historia viene de lejos.
Concretamente, de 1972, cuando dos amigos italianos llegaron a Fuengirola (Málaga) en un Fiat Cinquecento con un horno en la baca del vehículo. Allí abrieron el primer restaurante, que sigue en pie y a manos de la segunda generación de la familia Bracci. En la actualidad, O Mamma Mia cuenta con 11 establecimientos de calle y 3 en aeropuerto (dos en Barcelona y otro en Alicante).
Sicilia en la parte alta de Barcelona
Antes de empezar el recorrido gastronómico, sucumbo al olor de las pizzas y la pasta recién hechas y al entorno que me rodea, con plantas naturales y dos oliveras. El local, con capacidad interior para 90 personas y una terraza en la que cabe una veintena de personas, emula un patio siciliano, con mesas de mármol, plantas naturales y dos oliveras.
El rojo, el blanco y el verde, los colores de la bandera italiana, están muy presentes en este espacio, en el que se dan cita compañeros de trabajo, vecinos del barrio, parejas y familias con niños. "Ofrecemos cocina italiana artesanal, de la nonna, a precio muy asequible y en un lugar elegante y distendido a la vez", cuenta Manel Martínez, propietario del local y de la franquicia por Cataluña y Andorra.
La carta de O Mamma Mia mantiene la esencia de la región de Lazio (situada alrededor de Roma), con propuestas a base de producto importado de Italia y elaborado al momento en una cocina a la vista. Aunque podamos pensar que las pizzas son las protagonistas de la carta, "suponen menos del 40% de lo que se pide la gente. El 60% restante es pasta, risotto y carne, que también piden mucho", comenta Martínez, quien tiene previsto abrir 5 o 6 locales más en 6 años.
Pizzas crujientes, pasta artesana y carne de primera calidad
Empecemos abriendo boca con la deliciosa mortadela de Bolonia que sirven de cortesía. Un entrante que puede dar paso a otros, como distintos tipos de ensaladas, provolone, burrata o una tabla de quesos y embutidos, entre otros. En materia de pizzas, ofrecen más de una veintena, todas de base fina y crujiente. Entre ellas, destacan la Cinque Terre, que recoge la esencia del territorio y está hecha a base de tomate, mozzarella, boletus, parmesano y salsa pesto. La pizza O Mamma Mia, que toma su nombre del restaurante, es otra de las más demandadas: lleva tomate, mozzarella, jamón cocido, champiñones y un huevo (que se cuece en el horno) en medio.
En cuanto a las pastas, la variedad también es muy amplia y apetecible. A los mencionados panciotti de berenjenas se suman los tagliolini con tinta de sepia, ajo, langostinos, guindilla roja y bottarga di muggine (huevas de pescado), los ñoquis a la sorrentina y un sinfín de propuestas de pasta rellena y al huevo, lasañas y canelones.
El risotto es otro de los platos estrella del local. Preparan tres, siendo el funghi porcini (con crema de boletus, champiñones y parmesano) el más demandado. Asimismo, las carnes también gustan mucho a los comensales, sobre todo el osobuco a la milanesa, acompañado de un risotto, y el solomillo con salsa de boletus y trufa.
Una nota dulce
Para quien aún tenga un hueco para postres, podrá probar los irresistibles cannoli (abiertos o cerrados, y rellenos de pistacho, crema o chocolate) o cualquier otra delicia de la carta, como el tiramisú o la panna cotta. Y para los que quieran desconectar después del trabajo, O Mamma Mia es un sitio ideal para un afterwork, que puede alargarse hasta la cena.
Fotografía: Flaminia Pelazzi.