Leone Pizzeria Tradizzionale
Toda gastronomía tiene sus productos e ingredientes considerados como puros, aquellos que conforman la amalgama de la comida de un lugar. Como todo arte que entra por la vista, es muy fácil dar gato por liebre. Solo hace falta acercarse al centro de las grandes capitales para ver (mejor no probar) las que llaman las auténticas paellas españolas. Es por esto que aquí siempre intentamos decir las cosas por su nombre y cuando encontramos locales que llevan (de verdad) el sello de auténtico, nos falta tiempo para contártelo. ¿Capicci?
Nuestro olfato para detectar la comida de verdad nos llevó hasta el Leone Pizzeria Tradizionale y no fue difícil en este caso, ya que el olor a horno de leña se huele desde la calle. Un buen inicio para abrir el hambre y también los ojos, ya que sorprenden sus grandes ventanales a la calle Antonio Candalija y su gran terraza, a pie de calle y con vistas a la plaza San Felipe por un lado y a la transitada calle Alfonso, por el otro.
Y del olfato a la vista, ante un local donde es imposible que los ojos no se te vayan hacia los cuatro olivos que hacen de elemento separador de dos ambientes y una cocina abierta. “Aquí la decoración es ligera como la pizza”, me suelta el encargado del Leone, un argentino con muchos años de experiencia en pizzeria. No le falta razón, los colores claros, un minimalismo muy calculado y la calidez de la madera hacen del Leone un oasis de aires mediterráneos e ibicencos, en el centro de Zaragoza.
¡De la vista no se come, así que es momento de abrir cartas! Tenéis dieciséis pizzas para escoger, más la del mes, que irá cambiando. Desde la icónica carbonara, pasando por la margarita clásica con su aceite de ajo, la cinco quesos (si, has leído bien, cinco), la Parmesana, con un mousse de berenjena ahumada o la High Grossery con su señor huevo pasteurizado a 62 grados en el centro. Junto a la carta, un flyer con la pizza del mes. “Añadimos una nueva pizza en la carta para crear cierta rotación de gustos y sorprender a los clientes que repiten”, nos comenta Carlos. Vaya, que utilizan el cliente como juez para incluir o no la nueva pizza en la carta y, a la vez, éste sabe que en el Leone siempre hay alguna nueva para probar. Viva los locales que procuran sorprender, modificar cartas y no aborrecer al cliente.
“En el método artesanal de elaborar las pizzas está el secreto del Leone, ya que la fermentación de la masa es de un mínimo de 24 horas, todo es made in Italy y las manos son de verdaderos pizzaiolos italianos”, nos detalla Carlos casi con el mismo tiempo que en esta casa se cocinan las pizzas, en solo 3 minutos. “Hay algo que es clave, la pizza debe fermentar en el obrador y no en tu barriga”, palabra de pizzaiolo. No renunciamos a los antipasti con un buen tomate con su búfala y una tabla de embutidos italianos. Aunque la presentación se podría mejorar, alucinarás con la mortadela de Bologna o el queso pecorino.
Y ahora sí que el Leone ruge fuerte (o mejor sería decir que cruje muy fuerte) con unas pizzas que merecen toda nuestra atención. Bordes no muy altos, masas de las que se agrietan solo con cortarlas (señal de que son finas y de calidad) e ingredientes que saben a lo que deben saber. La base de tomate es un sofrito delicioso, de los que se cocinan a fuego lento, la masa entra sin llenar y un salami picante que, junto con la crema de enduja, es solo apto para picante maníacos.
Si sois de lengua sensible no os perdéis la Bismark, con un escándalo de tomate y un huevo en el centro que regala una cremosidad a toda la pizza increíble. Si no le teméis al dulce, la mejor opción es la Dolce Tirolesa con su toque de miel. Escojas la que escojas, acertarás, ya que el denominador común de todas es su buena masa y la cocción en el horno de leña, clave para que todas cojan este punto exacto de sabor a ahumado, a quemadito y a tradición.
¿Y qué sería de un italiano sin unos buenos postres? Los clásicos tiramisú o panacota no fallan, aunque siempre puedes caer en la moda de la pizza de Nutella, también italiana, por cierto. En definitiva, el Leone en Zaragoza es el rey de la selva de pizzerías que inundan la ciudad pero queda claro que no todas son iguales, por mucho que se llenen de palabras en italiano.
Calle de Antonio Candalija, 7
Zaragoza Zaragoza
España