Mamma mia! Comer en un buen restaurante italiano significa comer muy bien. Y este es el objetivo sencillo y complicado a la vez de Lombo, el restaurante que ha abierto Eugeni de Diego junto a Ana Alvarado en la plaza Cardona de Barcelona, en Sant Gervasi. Su vitello tonnato confirma que lo han logrado: degustar sus platos caseros de comida italiana es una delicia.
Eugeni de Diego y Ana Alvarado provienen de la cocina de El Bulli pero en Lombo han optado por volver a la sencillez del buen producto y de las recetas de toda la vida. En su cocina, regentada por el chef sardo Andrea Ortu, se elabora la pasta fresca y los gnocchi con harinas llegadas de Italia. Se hace al bronzo, lo que permite transmitir la temperatura ideal durante su preparación.
"Tómate tu tiempo, ven a disfrutar", invita Diego desde su acogedor local con ventanales que dan a la plaza Cardona. La carta ya está pensada para poder compartir algunos de estos placeres, con el clásico aperitivo italiano a base de burrata, salame y su focaccia de pa de kilo.
Entre los entrantes, merece un capítulo a parte su pizza frita con mortadela y pistachos, un must del local que ya tiene fans desde las primeras semanas de apertura. El bikini de porchetta y el carpaccio de ventresca de atún son irresistibles pero el plato que ha volado de boca en boca entre los gastrónomos es su vitello tonnato, que aquí preparan con un tierno solomillo.
Entramos en el apartado de pasta y se hace difícil elegir. Los spaghetti a la carbonara de verdad, con guanciale, yema de huevo y pecorino romano son una auténtica delicia. Los pappardelle con ragout de osobuco y el intenso olor que los precede hacen la boca agua. Gnocchi caseros sencillamente con mantequilla y salvia, los rizados trofie al pesto, ravioli de calabaza o tagliatelle con albóndigas completan este suculento apartado.
Y, como no, entramos en los lombos, que le dan el nombre a este restaurante. Es el lomo cocinado a la italiana, ya sea a la milanesa o en su versión con lomo de vaca curado en sal, la Rubia Gallega. Tagliata de solomillo es otra opción y también existe una para los amantes del pescado: lomo de gallo frito, con todo el sabor de su espina frita y la carne de este pescado.
Los postres no pueden ser más italianos: tiramisú casero y pannacotta cremosa a los que se unen los helados de la Cremeria Toscana, todo un lujo.
Nos quedamos con su lema: Lo mejor de Italia con algo de aquí. Así de simple, damos fe que lo han logrado.
Fotos: Flaminia Pelazzi
Carrer de Moliné, 1
Barcelona Barcelona
España