De la ciudad que inventó la pizza a Mairena del Aljarafe. Francesco Gigante es el propietario y líder de este rinconcito de cocina napolitana, un coqueto restaurante que abrió en enero de 2021 para compartir su cultura y la gastronomía clásica transalpina. Pastas frescas artesanales, pizzas de masa madre y postres caseros que te transportarán a Italia en cada bocado. Benvenuti a Napoli!
La llegada al restaurante te invita a pensar que el trabajo está bien hecho, en parte por la decoración moderna y el precioso local que ofrecen pero, sobre todo, por el espectacular horno de leña hecho a mano que te da la bienvenida. Sillas de ratán, paredes de ladrillo visto y una gran cristalera que te asoma a su concurrida terraza, siempre ambientada por el público familiar que habita este municipio.
Lo nuevo y lo viejo se funden a la perfección. Las paredes están decoradas con imágenes napolitanas, como la del conocido actor, Totò, una de las figuras del espectáculo más importantes en la historia del cine internacional, o imágenes de las calles de la ciudad que nace a los pies del imponente Vesubio, con un casco antiguo de más de 2.500 años de antigüedad.
Sin embargo, aunque el local es un componente atractivo, el verdadero valor de La Bella Napoli está en la materia prima con la que hacen todas sus elaboraciones. Aquí no se estilan productos congelados ni procesos de cocina acelerados. Los ingredientes son importados desde Nápoles para ofrecer sabores auténticos: burrata fresca, mozzarella di Bufala, butifarras, scamorza ahumada o los deliciosos tomatitos piennolo del Vesubio.
El secreto de su pizza está en la masa. La suya tiene una fermentación de más de 60 horas y una hidratación del 80% que se cuece en el horno de leña en apenas un par de minutos, dando como resultado una base fina y tierna con bordes esponjosos. Una pizza que, como dice Francesco, “no es una pizza seca, es una pizza viva”.
Entre las favoritas se encuentra la pizza gourmet, Mortazza, con base de queso ahumado (scamorza), rúcula, mozzarella de búfala, pesto de pistachos, tomate seco italiano y parmesano. Encontrarás algunas más clásicas como la Prosciutto o la 4 Stagioni, y otras más gourmet, como la Abril, con pesto de calabacín, pancetta crujiente, tomate seco, nueces y parmesano, la Sofía Loren, con mozzarella, jamón crudo y rúcula, y la Capello di Totó, con borde relleno de ricotta, salami, tomate, mozzarella y albahaca, honrando a las grandes figuras italianas. Para completar el menú de pizzas, también incluyen el tradicional calzone y su versión de calzone frito.
Y aún siendo la pizza el corazón de la carta, no es la única receta que puedes comer en La Bella Napoli. En su carta ofrecen una extensa lista de antipasti, como la melanzane alla parmigiana y el carpaccio di tonno, varias carnes, pescados y ensaladas.
También sus inolvidables pastas frescas elaboradas de manera artesanal, con varios tipos de raviolis frescos con deliciosos rellenos, como los de pera y gorgonzola, burrata con tomate del Vesubio y pesto de pistachos, raviolis de higos y queso de cabra, o los de setas frescas y trufa negra.
Para el final mantienen su filosofía de sabores auténticos con postres cien por cien caseros, como los cannolis sicilianos rellenos de crema, el tiramisú o el tradicional babà de ron, el postre insignia de la repostería napolitana. Un borracho de ron con crema pastelera, mermelada de fresa y pistachos servido templado, el broche goloso de un festín a la italiana.
Tras probar varios platos entendemos por qué su terraza está siempre tan solicitada, pero si vives por la zona y quieres disfrutar de su cocina en casa, ofrecen servicio a domicilio y opción de recoger en el local. Eso sí, te recomiendan comer la pizza al momento y recién salida del horno para disfrutarla en todo su esplendor.