Peix & Chips

La palabra fast food no está reñida con la calidad. Y esto lo saben bien a Peix & Chips. Se trata de un acogedor restaurante marinero que abrió el pasado noviembre en Mataró, en la concurrida y céntrica plaza de Cuba. Aquí el rey es el pescado. Pero no cualquiera: cada tarde van a la subasta de Arenys de Mar y lo llevan que todavía aletea, como quien dice.

En la pizarra que preside la barra se concentra toda la oferta del establecimiento, que pasa por los pescados del día, que uno puede elegir según los quiera servidos como tapa, como ración o bien con patatas y ensalada, su Peix & Chips.

Esta es su versión del fish & chips británico, que les ha servido para bautizar el local (peix es pescado en catalán). Pero contra lo que podamos haber probado en Inglaterra, con un cucurucho más bien aceitoso, aquí el Peix & Chips se adapta a nuestra tradición mediterránea. Lo decimos porque se acompaña con una ensalada verde, tierna y recién hecha, pero también porque las patatas merecen un aplauso.

Las cocinan con todo cuidado, primero a 130 grados, para blanquearlas, y luego a 190 grados, por lo que por fuera quedan crujientes pero por dentro bien blandas. Y el resultado les da la razón.

Recién pescado

Pero lo que es todo un lujo es la elección del producto fresco del día, un placer para los amantes del pescado. Bacalao, cazón, rape, atún, pescadilla, calamares y gamba roja. Todos ellos, se puede tomar como tapa o platillo o bien como un combinado peix & chips.

La oferta se completa con boquerones, sardinas, mejillones, cigalas, almejas y navajas, sin olvidar los sonsos, uno de los básicos más aclamados de este local.

Del atún, cocinan el lomo y, si el mercado lo permite, la ventresca. La marinan con soja y miel, aceite de sésamo y jengibre, y la marcan a la plancha. Todo un acierto. El tartar de salmón marinado conserva todo su sabor y lo combinan con guacamole.

Los tres socios del local, Pau Illas, Kirian Gubianes y Ferran Pallarès, cuentan con experiencia en el mundo de la hostelería y, en el caso de Illas, forma parte de la séptima generación de una familia de pescaderos y pescadores de Mataró. Toda una garantía de que en Peix & Chips el pescado es de calidad.

Este pasado marinero se ve reflejado en las fotografías que decoran las paredes del local, que se remontan a los años '20 del siglo pasado. Los nudos marineros, las pulperas y otros enseres completan una decoración sencilla pero cálida que recuerda a una taberna de aquellas donde se bebía ron quemado y se cantaba habaneras.

Peix & Chips, pues, es el nuevo punto de encuentro para los amantes del pescado, de calidad, a buen precio y sin grandes florituras. Y con unas buenas patatas como acompañamiento, ¿quién quiere ir a Gran Bretaña?