Quatre Vents 3.0

Quatre Vents 3.0, un restaurante de Guía Michelin con tres generaciones en sus fogones
Quatre Vents 3.0
29 Julio, 2024
Adrián Roque
El restaurante Quatre Vents 3.0, ubicado en un enclave renovado en Hostalric, Girona, es un espacio gastronómico familiar que no teme actualizarse.

La pareja que lo sostiene 

Las mentes pensantes detrás de la maravilla del Quatre Vents 3.0 son las de la pareja formada por Lorena Sierra y Marc Soler, que afirman con orgullo ser la tercera generación familiar que toma las riendas del lugar. Han llegado para revolucionar el concepto del antiguo local en una cocina moderna, innovadora y llena de fusiones. Con una propuesta culinaria basada en el producto de proximidad, nos dicen que el QV 3.0 nace con el sueño de una pareja amante de la hostelería de devolver la esencia a lo que fue el restaurante de sus abuelos inaugurado a principio de los años sesenta. “Con la formación que tenemos en hostelería, nuestro objetivo principal es introducir la gastronomía del momento en un clásico pueblo del interior de Girona, que fue la casa de mis padres y abuelos”, afirma Soler. 

QV 3.0 ha participado en el famosísimo programa de TV3, Joc de Cartes, obteniendo la victoria como mejor restaurante donde comer setas en Cataluña, y también ostenta el prestigioso galardón Bib Gourmand de la Guía Michelin, “es el premio que dan por un buen restaurante en relación calidad/precio”. Alta cocina a un precio más que razonable es la mejor forma de definir este maravilloso restaurante erguido sobre un paisaje con una riqueza cromática increíble en Hostalric. 

Av. Coronel Estrada, 122
17450 Hostalric Girona
España

972 865 690
De miércoles a domingo, 13 a 15:30h; jueves, viernes y sábado también de 20:30 a 22h

Una carta sin flecos 

Muchas veces cuesta visitar un restaurante que entregue en cuerpo y alma todo lo que tiene en sus fogones al comensal. Afortunadamente, QV 3.0 no es uno de esos. La carta del Quatre Vents 3.0, elaborada sin ningún tipo de fleco, es un reflejo exacto de lo que Lorena y Marc pretenden transmitir a cualquier persona que deguste sus platos. En un paraje como el de la comarca del Baix Montseny, las estaciones del año no solo cambian el paisaje notoriamente, sino que traen consigo una gama infinita de productos de temporada que en QV 3.0 saben tratar y emplatar con excelencia. 

Iniciamos nuestro recorrido gastronómico por las delicias del restaurante con sus croquetas de cocido con compota de manzana y jengibre. “Se sabe si hay un buen chef tras la cocina probando sus croquetas”, dice Soler entre risas, “espero que las mías estén a la altura”. Y no miente, la carne de su interior, con la cremosidad justa, sale de la croqueta en su primer bocado en forma de hebras que denotan la calidad y artesanía del producto. Toda una explosión de sabor intenso que se recoge y cierra con el puntito de dulzor que decora la compota. 

Tras ello, traen el airbag de salmorejo con jamón ibérico y caviar de AOVE, un pan suflado relleno de un salmorejo exquisito, topping de jamón y el curioso caviar dorado que acaba por explosionar en el paladar con todo el sabor de un buen AOVE. 

Por si esto fuera poco, tras los dos entrantes nos deleitan con el que para mí es uno de los platos estrellas de la casa, brocheta de langostinos envuelta en panceta ahumada con mayonesa de curry y mango. Hay muchísimas maneras de cocinar un langostino, pero este es uno de los aciertos del QV 3.0, donde el mar se aúna con el fuerte gusto del cerdo. Además, que la brocheta esté recién hecha en la parrilla de carbón portátil no es (aunque ayude) lo que aporta el 10 a este plato. Su sabor de proximidad solo se mejora con la ligera salsa de curry mango que le aporta en ligeras medidas dulzor y puntos picantes. 

Los calamares rebozados en romana hecha de propia tinta con Voll Damm y alioli de citronela con lima son uno de los platos que más nos llaman la atención de toda la carta en cuanto a presentación y sabor. La textura perfectamente crujiente de la envoltura, ideada a partir de la tinta natural y una cerveza que tiene esa malta tostada es un todo en boca, solo puede mejorarse si se baña en la salsa cítrica casera que contrasta con el sabor umami del plato.  

Quatre Vents 3.0

Si hay algo por lo que el QV 3.0 sorprende en cada elaboración es por la facilidad con la que contrastan sabores y seleccionan los ingredientes para conseguir un resultado magnífico. Ejemplo de ello es el milhojas de brandada de bacalao con berberechos, manzana laminada, Kalamata y tomate, con tres finas láminas de un crujiente milhojas que intercalan una brandada de bacalao de una calidad superior, decorada con láminas cortadas en biaus muy finos, berberechos y aceitunas negras de Kalamata: una explosión de sabores en boca tan compleja como deliciosa. 

Saliendo del apartado de entrantes nos dirigimos a la sección ‘del mar y de montaña’, donde Soler y Sierra apuestan por pescados frescos del día, un rodaballo y un bacalao con elaboraciones y recetas propias y absolutamente originales: arroz “a la llauna” de bogavante con alioli de plancton y salicornia, una propuesta arriesgada que permite degustar el mar en un solo bocado; y carnes que van desde una deliciosa presa ibérica lacada acompañada de parmentier y salsifins hasta un chuletón de vaca vieja madurado 35 días.   

Pero si algo resalta en su carta de principales es el steak tartar servido en hueso de tuétano, elaborado de una forma tradicional —con su mostaza de Dijon, mantequilla y huevitos de codorniz cocidos como decoración, con micro-mézclum— que, combinado con la propia gelatina del tuétano, se convierte en uno de los imprescindibles del Quatre Vents 3.0. “Un sabor de dentro hacia fuera, pues se come desde el tuétano hasta la carne que lo cubría”, algo palpable y más que disfrutable en el paladar. 

Quatre Vents 3.0

Un buen cierre 

Como reza en su portal, la cocina del QV 3.0 es una mezcla de tapas y platos elaborados que combinan a la perfección los productos de temporada. “La frescura y la transparencia primen en nuestra filosofía y así lo demostramos con un concepto de cocina abierta y sin barreras”. Mención aparte merece el equipo que comandan Marc Soler y Lorena Sierra, un grupo joven y muy profesional que se desvive por levantar el negocio día tras día y hace que el comensal disfrute de una experiencia inolvidable. 

Con menús entre semana a 19 € y propuestas más complejas que recomienda su chef para poder probar el amplio abanico de platos del restaurante, que van desde el menú goloso a 36 € hasta el menú homenaje a 68 €, si parecían pocos todos los ingredientes que habéis podido saborear a través del artículo, la cocina de Soler y Sierra aporta uno más, indispensable en su profesión pero que de tanto en tanto se olvida: la pasión por la cocina. Una pasión que podrás degustar si decides pasarte —y así debería ser— por Quatre Vents 3.0. ¡Toda una experiencia gastronómica digna de la guía Michelin! 

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