La playa del Racó de Begur (Costa Brava, Baix Empordà) es un espectaular hallazgo entre este municipio y Pals. Una pequeña maravilla de arena limpia y aguas claras, en un lugar en el que se respira quietud, calma y tranquilidad. Es uno de esos lugares tan bonitos de la Costa Brava, con conexiones a través del camino de ronda con las calas de Illa Roja y Sa Riera.
Absolutamente armonizado con el salvaje paisaje de la costa del Empordà y con las aguas cristalinas del mar, en esta playa también se encuentra una auténtica maravilla gastronómica y una experiencia para los sentidos. Se trata de Ultramar Begur, un chiringuito acogedor y espléndido, como la propia playa, con una propuesta gastronómica sorprendente y de alta calidad, con platos de elaboración desde el minuto cero.
El alma del Ultramar es Gerard Argemí, director también del restaurante del mismo nombre en L'Escala. Argemí transmite pasión y profesionalidad, y traslada a la cocina el cuidado y el cariño por los productos de calidad kilómetro cero, a los que aplica una creatividad desbordante. La idea es sorprender siempre a los clientes y, realmente, lo consigue.
Argemí tiene una larga trayectoria en la hostelería. Empezó en Mas Sorrer (Gualta) y después lideró el restaurante Ultramar en L'Escala, toda una referencia gastronómica y musical en la Costa Brava. Hace dos años cogió el timón de este chiringuito en la playa del Racó y ha dejado su huella: originalidad, sostenibilidad y una experiencia gastronómica muy recomendable. Su filosofía es muy simple: ofrece lo que a él le gustaría encontrar.
Una carta sensacional en un chiringuito de madera, integrado en la playa, y que es lo más sostenible posible: agua ionizada para limpiar (se evita el uso de detergentes), muebles con maderas recicladas, agua con botellas de vidrio rellenables... Incluso el papel de la carta está hecho con algas recicladas. Y dispone de una fuente con agua potable para quien quiera llenar su cantimplora.
Bajo la sombra de sus sombrillas o bajo el techo, también de madera, almorzar, picar algo, cenar o tomar una copa viendo el mar es un lujo que Ultramar Begur amplifica con una oferta gastronómica de altura.
Carretera de la Platja del Racó
Platja del Racó Girona
España
Entrantes fríos y pescado de lonja
En Ultramar Begur la oferta culinaria tiene muy poco que ver con la de los chiringuitos convencionales. La cocina trabaja con la vista puesta en generar escasos residuos, con plancha y horno de convección principalmente, y platos fríos (ceviches, hummus, gazpachos, tartar, etc.), todo de elaboración propia. "Los chiringuitos tienden a comprar productos elaborados; nosotros hacemos las cosas diferentes y apostamos por una cocina saludable", asegura Gerard, que añade que lo que desean es que "comer en Ultramar Begur sea una experiencia acorde con el entorno magnífico en el que nos encontramos".
Está claro que tienen patatas bravas (cortadas y peladas por ellos mismos), pero uno de los platos más populares es el ceviche limeño de corvina y ají al limón, con cebolla encurtida y maíz tostado en lugar del originario choclo. Para pasar el calor, en la carta se pueden encontrar hummus de remolacha, tartar de lomo de atún rojo, con aguacate y perlas de wasabi, sardina ahumada o el tartar con helado de mostaza. O las anchoas colgadas de un hilo, es decir anchoas tendidas literalmente, como si fueran prendas de un tendedero. "Lo que intentamos es dar un toque algo divertido, algo gamberro; sorprender a los clientes y que se lo pasen muy bien".
El pescado es todo de lonja y, aparte de algunos platos más elaborados, se cocina al horno con patatas, para resaltar la calidad de la materia prima. Según el mercado, se puede comer corvina, rodaballo, mero... depende de lo que se haya pescado. También están las clásicas sardinas a la plancha con ajo y perejil, y el pulpo estrellado, que lo cuecen, lo ablandan y después lo cocinan a la parrilla para que quede crujiente por fuera...
Piezas de lego de chocolate
Los postres, también elaborados por ellos, son otra de las sorpresas del Ultramar. Los Legos de chocolate (receta que proviene del restaurante Ultramar de l'Escala) son una auténtica maravilla: piezas de Lego hechas con ganache de chocolate con cacao al 70% y recubiertos con polvo de chocolate.
Pero la experiencia no acaba aquí. Ultramar Begur tiene una oferta de cócteles especiales propios que se pueden degustar acompañados de música al atardecer: vinilos o DJ para convertir la velada en algo inolvidable. Unas hamacas (casi camas) situadas estratégicamente permiten ver el mar en la posición más cómoda.
Además, en Ultramar Begur también se puede ir a primera hora. El chiringuito ofrece desayunos (dulces o salados con torta del Empordà) a partir de las 9 de la mañana. Gerard detectó que hay muchos madrugadores que les gusta la playa y a los que quizás les apetecía comer algo. Por la noche, cierran a las 12. Todo un día de Ultramar Begur, para ver pasar el tiempo, el mar y las olas.
Y para terminar con las sorpresas, el precio. Se puede tomar una comida con vistas al Mediterráneo y los pies junto a la arena por entre 20 y 30 euros. Cocina honesta y genuina en el corazón de la Costa Brava.
Fotos: Martí Artalejo