Casa Pompa —originariamente Bar Plata, pero conocido así popularmente por el apodo de su fundador— es un negocio familiar con más de medio siglo de historia. David Ruiz y su mujer María Luisa son la tercera generación y lo gestionan desde 2016, cuando el padre de ella se jubiló.
Situado en la céntrica calle Larga de La Puebla del Río, Casa Pompa es un restaurante sencillo y familiar. Un lugar de encuentro para vecinos y amigos del pueblo y también para gente que llega desde Sevilla para probar la cocina de autor de David.
Casa Pompa
C. Larga, 30
41130 La Puebla del Río Sevilla
España
Con una oferta de gastronomía clásica y platos de cocina fusión, la cocina de David Ruiz es divertida, original y alegre. Rasgos que definen muy bien su personalidad y que se perciben en el ambiente del restaurante y, por supuesto, también en la propuesta culinaria.
La carta de Casa Pompa es muy amplia y variada, basada en gastronomía de proximidad con productos locales de temporada, en forma de entrantes, tapas o raciones. Platos clásicos de cocina mediterránea y de la zona como ensaladilla, patatas bravas, croquetas, solomillo al whisky, merluza, calamares o chipirón a la plancha. Pero también otros más creativos —que son los que más entusiasman al chef— como lomo de bacalao islandés a baja temperatura con patatas al horno y crema de carabineros, o pez de San Pedro a baja temperatura con bulgur salteado con ajo y salsa tonkatsu, crema de coco y mango y chutney de piña.
En esta misma línea, otros ejemplos son la vieira con panceta laqueada en salsa de chile y ajoblanco de anacardo o el patacón con chicharrón de Cádiz laqueado en hoisin, encurtidos y chutney de piña con sishimi togarashi. Además, en la carta hay dos versiones de risotto de venado, canelón de cordero, brioche o gyozas, además de un buen surtido de quesos y montaditos.
En el apartado dulce, postres caseros hechos todos por David como torrijas o una tarta de queso a la que cada semana cambia el ingrediente principal, así como otras tartas. Siempre suelen estar en carta la tarta de galleta Lotus, la torrija de leche con helado de caramelo, vainilla y dulce de leche o la torrija de leche con helado de chocolate y tierra de Oreo.
La combinación de colores, sabores y volumen está muy cuidada en la presentación de los platos, siendo muy agradables no solo en boca sino también a la vista. Además de la carta, hay una pizarra con sugerencias que van cambiando cada pocos días. Asimismo, los precios son bastante razonables en cuanto a calidad del producto y elaboración.
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