Restaurante Camí Vell: cuatro décadas de historia
La historia del restaurante Camí Vell en Alzira (Valencia) se remonta cuatro décadas atrás, cuando Antonio López, padre de los actuales propietarios, dio inicio a este proyecto. Así, lo que en principio fue una modesta bocatería fue evolucionando hasta convertirse en un establecimiento de renombre gracias al talento y dedicación de Toni e Iván, al mando de la sala y los fogones respectivamente.
Los hermanos López crecieron entre las paredes de la Tasca Camí Vell (nombre del local primigenio), lo que despertó en ellos desde temprana edad su curiosidad y pasión por la gastronomía. Con el tiempo, ambos decidieron estudiar cocina y adquirir experiencia trabajando en restaurantes de reconocido prestigio, circunstancia que contribuyó a forjar la reputación y el éxito del actual.
Como un hogar valenciano
En Camí Vell el cliente es recibido con la calidez de un hogar valenciano. La decoración típica de la región, con cerámica y techos pintados a mano con motivos tradicionales, transporta a los comensales a un ambiente acogedor y familiar. Además, el trato exquisito de Toni en sala hace de cada visita una experiencia redonda.
La cocina abierta permite a los clientes observar en todo momento cómo se elaboran los platos con ingredientes frescos y de calidad. Aquí, el producto y la gastronomía valenciana se fusionan con la innovación para ofrecer una propuesta gastronómica de altura. Platos de mercado donde siempre encontramos verduras y vegetales, provenientes en parte del propio huerto que la familia cultiva a escasos 2 kilómetros del local. En la cocina de Iván tampoco puede faltar el pescado fresco de la Lonja de Cullera. Un binomio más que perfecto que da lugar a preparaciones donde se respetan los sabores del mar y la huerta, pero dándoles una vuelta de tuerca sorprendente.
Gastronomía valenciana con un giro
Pero en ésta, sin lugar a duda una de las mejores propuestas gastronómicas de Valencia, el rey es el arroz meloso hecho en perol de hierro, como antaño. Una tradición que se remonta a la época en la que los trabajadores del campo y del mar, principalmente de la zona de La Albufera, se preparaban su comida con estos recipientes a la brasa o lumbre. Por este motivo, los melosos de Camí Vell son un auténtico homenaje a la cocina tradicional valenciana, con largas cocciones, sabores intensos y textura cremosa.
Imperdible el arroz de gamba blanca de melosidad intensa y regusto a sofrito de los de toda la vida. Pero, como avanzábamos, el apartado de este cereal es extenso: coliflor con bacalao y pelotas, conejo con ajos tiernos y nabo, langosta o secreto ibérico, entre otros. También pudimos probar su ensaladilla de sepia de Cullera (sepia, patata, huevo cocido y mahonesa de ajo), uno de esos platos que, aunque sencillos, dejan ver la maestría de quién los ejecuta. Mención aparte merecen las alcachofas confitas con yema trufada y carbonara de setas. Un plato que combina la textura tierna y el sabor delicado de las alcachofas con la intensidad de la yema trufada y cremosidad de la carbonara. ¡Ahí es nada! Para los amantes de los tartares, el de gamba blanca de Cullera es de otra galaxia… no en vano este crustáceo es conocido como mantequilla de mar. En el apartado de pescados tampoco podemos pasar por alto el denton de pescado de roca con titaina y almendras.
Reconocimiento en las Guías
De hecho, y gracias a esta excelencia culinaria, Camí Vell ha sido galardonado con el reconocimiento Bib Gourmand otorgado por la prestigiosa Guía Michelin y como mejor restaurante para Celíacos de España por la Guía Repsol. Cuentan también con la insignia de oro de la ciudad de Alzira.
Constancia, profesionalidad, saber hacer y una propuesta gastro que quita el hipo… esto es Camí Vell.