Nëbula

Cuando decimos gastrobar nos referimos a un bar o restaurante que ofrece tapas y raciones de autor a precios razonables. Y así precisamente hay que entender el concepto de Nëbula, un restaurante de temática de Marvel con una carta muy variada que utiliza productos de primera calidad, situado en la céntrica calle Plocia de la capital gaditana.

La música de ambiente, los puzzles y cuadros, los cómics en mesas y paredes. Todo en Nëbula tiene un significado y hace referencia a Marvel, incluso los platos tienen nombres de personajes. Durante el confinamiento, Juan Antonio Lavado, propietario del establecimiento y Lorena Gutíerrez, su pareja y jefa de cocina, vieron todas las películas de este universo cinematográfico y decidieron escoger este personaje porque era el más afín a su situación. Ambos abrieron las puertas de Nëbula en septiembre de 2020 y después de mucho trabajo y complicaciones durante la pandemia, hoy resisten en una de las principales arterias gastronómicas de Cádiz, con clientes asiduos de todas las edades. “Nuestra idea es que la gente venga por curiosidad y por la decoración, pero vuelvan por la comida”, explica Juan Antonio Lavado.

Aunque sus hamburguesas tienen mucha fama y también ofrecen pizzas o platos que a menudo se asocian con franquicias y comida rápida, su carta está muy alejada de esta etiqueta. Ofrecen cocina casera, cocinan a fuego lento y utilizan productos locales.

La carne que emplean para sus hamburguesas es de un matadero de Chiclana, con certificado de carne retinta, al igual que el jamón; el pan, de un obrador de El Puerto de Santa María, los picos son de Medina Sidonia y el queso es de cabra payoya, una raza autóctona de la Sierra de Cádiz. Hasta el proveedor de la fruta es de Cadi, Cadi, como dicen los gaditanos.

En su propuesta gastronómica también ofrecen platos de la tierra como tortillitas de camarones o dobladillo -un montaito típico de la cocina gaditana-, además de carrillera, ensaladilla, croquetas o salmorejo. También hay hueco para elaboraciones más internacionales, como pollo tikka masala o teriyaki, con bastante éxito, por cierto. Este último con una opción vegana y es que también abren el abanico a este público, con unas diez sugerencias, incluso un postre.

Entre los platos más populares destacan los huevos rotos, la parrillada de verduras o los lángos, una especialidad de origen húngaro que consiste en un pan frito. El suyo es una masa especial de la casa con salsa gaucha, carrillada deshilachada, cebolla frita y perejil.

Otra de las elaboraciones más famosas es el Plato Odín, un cachopo con filete de lomo, jamón serrano y queso Payoyo o las Piruletas Deadpool, hechas con queso frito rebozado en panko casero, un rebozado de origen japonés más crujiente y ligero.

Entre las hamburguesas gourmet, una de las favoritas es la Punisher, con pan cristal recién horneado, cebolla caramelizada, brotes verdes, queso de cabra payoya, huevo y carne de ternera de 200 gramos. Exquisita, doy fe. Las masas de las pizzas están elaboradas por ellos mismos y para Semana Santa prevén incorporar platos de pasta.

En la carta de Nëbula también hay tapas e incluso un menú diario disponible entre semana a un precio muy asequible. En el apartado dulce, al igual que la decoración, que hasta los puzzles están hechos por ellos, los postres son artesanos. Destaca por ejemplo, la tarta de queso, elaborada con chocolate blanco y mermelada de fresa o un bizcocho caliente con interior de nocilla blanca.

Juan Antonio Lavado ha trabajado en importantes cadenas de restauración durante 16 años y Lorena Gutierréz estudió en la Escuela de Hostelería de Cádiz. Pese a su juventud, ambos cuentan con una larga trayectoria y formación en hostelería. Tienen las cosas muy claras y en un futuro no muy lejano pretenden llevar su proyecto a otras capitales andaluzas.