Manú no nació chef ni soñaba con serlo. Su camino hacia Truiteria fue tan inesperado como fascinante. Después de pasar seis años explorando el mundo —y sumergiéndose literalmente como instructor de buceo en las aguas de Tailandia—, regresó a la Costa Brava con una idea simple: reconectar con lo esencial, volver a sus raíces. Todo comenzó con encuentros entre amigos, donde la tortilla se convirtió en su lienzo, y las risas en el combustible creativo. Lo que empezó como un juego terminó tomando forma, primero con una cuenta de Instagram para compartir sus experimentos culinarios, después con un food truck, y finalmente con Truiteria, su propia casa de comidas en Llafranc.
Carrer de Pere Pascuet, 24
17211 Llafranc Girona
España
El arte de hacer mucho con muy poco
En Truiteria, la tortilla es reina. Una receta básica de tan solo tres ingredientes: huevos, patata y cebolla. Pero aquí está el truco: lo básico no significa aburrido. En las manos de Manú, esta combinación humilde se transforma en una obra maestra. Con la técnica precisa, el punto de cocción perfecto y una pizca de magia, consigue una tortilla jugosa, ligera y llena de sabor que desafía lo cotidiano y se convierte en una auténtica delicatessen.
Además de la clásica, Truiteria lleva la tortilla a otro nivel con creaciones que ya son iconos locales. La de patata con butifarra del perol y trufa tiene un toque de sofisticación que engancha a los amantes de lo gourmet, mientras que la de sobrasada con brie ofrece un contraste de sabores que enamora a quien la prueba. Pero eso no es todo: en Truiteria también se hace culto al picoteo. Las croquetas, con su equilibrio perfecto entre crujiente y cremoso, son otro imprescindible. Y en verano, el menú incluye opciones frescas como bocadillos, ensaladilla rusa y un gazpacho que sabe a días soleados junto al mar.
Minimalismo y dinamismo: la fórmula del éxito
Manú es un estratega de la simplicidad. Desde el principio, quiso crear algo diferente con un menú directo y objetivo, donde cada plato tuviera una razón de ser. Truiteria no solo destaca por lo que ofrece, sino también por cómo lo ofrece. Con procesos logísticos optimizados y un enfoque en la calidad de principio a fin, ha diseñado una experiencia sin complicaciones, ágil y cercana.
El concepto principal de Truiteria es el take away, ideal para quienes quieren disfrutar de su comida en la playa, en casa o donde les apetezca. Sin embargo, el restaurante, con su diseño de charme minimalista, también cuenta con mesas para quienes prefieran quedarse y saborear cada bocado rodeados del ambiente acogedor que ha sabido crear.
Temporadas que inspiran
El menú de Truiteria evoluciona con las estaciones, como debe ser. En verano, los platos ligeros y frescos invitan a disfrutar del aire libre, mientras que, en invierno, la carta se llena de propuestas cálidas que rinden homenaje a la cocina catalana. Los canelones y el caldo de escudella son favoritos en los días fríos, mostrando que Truiteria es más que tortillas: es un lugar donde cada temporada tiene su propio sabor.
Mucho más que comida
Para completar la experiencia, Truiteria ofrece una selección de vinos naturales y de baja intervención, cuidadosamente elegidos para complementar cada plato. Estos vinos, elaborados con respeto por la naturaleza y sin aditivos químicos, refuerzan la filosofía del restaurante: autenticidad en su máxima expresión.
Y si buscas llevar la magia de Truiteria más allá, su servicio de catering es perfecto para eventos privados, con la misma atención al detalle y al sabor que define todo lo que hacen.
Una oda a lo simple
En Truiteria, la tortilla es mucho más que un plato: es un símbolo. Un recordatorio de que no hace falta complicar las cosas para que sean memorables. Manú ha conseguido capturar la esencia de lo cotidiano y convertirla en algo extraordinario. Si visitas Llafranc, no puedes perderte este rincón donde tres ingredientes básicos se transforman en pura felicidad, y donde cada bocado te invita a disfrutar de lo que realmente importa: la simplicidad bien hecha.