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Ubicado en un paraje privilegiado como es la Playa del Dosel, La Mar Salà no es un restaurante al uso. Destino obligado de los amantes del esmorzar (almuerzo) basa su propuesta en la cocina valenciana más tradicional y el buen producto de la terreta. Aquí se sirven almuerzos degustación que quitan el hipo. Compuestos por varias tablas a modo de entrantes, finalizan con un plato fuerte a elección del cliente.
¡Empezamos! Para ir haciendo boca: cocas de dacsa, embutido tradicional de la zona (morcilla, sobrasada, longaniza…), titaina, croquetas de bacalao, verduras de la huerta, ajoaceite (a golpe de mortero), cigalas y figatells con velo de panceta flameado.
Con el plato principal llega su especialidad, sus famosísimas paellas (entiéndanse como recipiente) cuyo contenido es de lo más variado, aunque siempre delicioso. Las hay de brascada, calamar con ajos tiernos, carne de caballo, sepia con ajos tiernos y longaniza del dosel con huevos fritos y patatas a lo pobre. Y de postre, el tradicional Arnadí. Se trata de un dulce valenciano, de origen árabe, elaborado con calabaza. Espectacular.
El culmen de esta moderna bacanal es el cremaet. Una bebida hecha con café en grano, ron, azúcar, piel de limón y especias, principalmente canela. Una vez juntos todos los ingredientes dentro de una cazuela, se quema el ron de tal manera que pierde gran parte del alcohol. Y aquí su propietario, Fernando Piris, también ha innovado. Ha inventado los cremaets de confitado de boniato, de confitado de calabaza y de arnadí.
Av. del Dossel, 49
Cullera Valencia
España
Almuerzo en paella
Mención aparte merece la historia de cómo surgen los almuerzos en paella. En 2012, Fernando decide quedarse con este local que se traspasaba. Para atraer a la clientela empezó a repartir publicidad de “Almuerzos a 4 euros” en una rotonda cercana por donde hay mucho paso de ciclistas. Al día siguiente, empezaron a llegar los primeros y al siguiente algunos más… Así hasta que una mañana, desbordado por la cantidad de comensales, sirvió a unos amigos el contenido del almuerzo en paella y el pan aparte para que se montaran sus bocadillos. Y de esta medida excepcional, cuyo objetivo era ganar tiempo, nació su especialidad. Una especialidad que ha dado a conocer al restaurante como la catedral del almuerzo valenciano. De hecho, son muchos los premios y galardones que Piris tiene en su haber y que demuestran la originalidad y calidad tanto de su producto como de su cocina. Porque La Mar Salà es mucho más. Cuenta con una carta con cerca de una treintena de arroces melosos, secos y caldosos. Tampoco faltan los pescados frescos de la costa de Cullera.
Así que ya sabes, si quieres darle un homenaje mientras disfrutas de unas vistas inmejorables a las dunas y aguas tranquilas de la Playa del Dosel, no dudes en acercate a La Mar Salá. Seguro que a partir de entonces cumplirás a rajatabla el mantra venir y repetir.
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