“Continuamos siendo nosotros. La esencia es la misma”, dice el cocinero. Sus platos hablan de sus experiencias, pero también de una cultura y un aprendizaje de la vida. El creador nos sorprende con una carta dinámica, que cambia según la temporada y en la cual incorpora arroces, pescado y carne. Siempre que puede lo acompaña todo con verduras y otros productos del territorio. Hay que recordar que, tras emprender por su cuenta hace unos años, el joven cuenta con un Sol (Repsol), así que son muchas las garantías por las cuales se puede recomendar este establecimiento reusense.
Al chef Ferran Cerro (Reus, 1988) no le hacen falta presentaciones. A pesar de su juventud, ha aprendido junto a cocineros de renombre –como Carme Ruscalleda, Nandu Jubany, Juan Mari Arzak, los hermanos Roca y Sergi Arola–. Años atrás estuvo también en Rincón de Diego y La Grava. Su currículum es extenso y trabajar le ha dado una visión amplia que lo ha convertido en un creador versátil. Para aprender se tiene que viajar y eso se lo tomó al pie de la letra. “Lo que tenía claro desde el momento en que decidí emprender por mi cuenta, es que quería que los clientes me llamaran por el nombre y que la clientela conociera todo el equipo, porque queremos ser cercanos”, explica Ferran Cerro.
El nuevo entorno de FC Restaurant está dividido en dos salas, decoradas con madera colores tierra y negro. Lleno de contrastes, el interiorismo presenta un aspecto elegante y cálido. En la sala superior, con ventanales que dan a una especie de patio interior, es donde ubican a los grupos numerosos y dónde hay mesas redondas y rectangulares, amplias, para lucir unos platos estudiados. “Ahora estamos en un espacio mejor, a pesar de que en el antiguo también estábamos muy cómodos. Hemos invertido en una imagen más gastronómica, sin perder aquella proximidad y humildad que nos caracteriza”, añade.
Plaça del Castell, 2
Reus Tarragona
España
La carta
Cerro siempre ha apostado por hacer viajar al comensal sin moverse de la mesa y haciendo un guiño a las raíces. La filosofía en el nuevo local es la misma con los platos, ‘S’, ‘M’ y ‘L’, aunque Cerro ha incluido la opción de carta, que por cierto, nos dice, que “está funcionando muy bien”. Sigue innovando en comida sana y equilibrada, es decir, un buen plato de verduras nunca falta en la selección culinaria de FC Restaurant.
La carta está formada por entrantes, carnes y pescados, arroces y postres. Se trata de una carta flexible, que cambia por estaciones. De la carta antigua (de la anterior ubicación) no han quedado referencias repetidas. “Algunos clientes me han pedido que, dentro de un tiempo, organicemos un acto que recuerde los platos que cocinábamos allí. Quizás algún día, hagamos este recordatorio”, dice Cerro, sonriéndose.
Otro rasgo que ha aprovechado a ampliar ha sido la carta de vinos, que ha pasado agrupar hasta 500 referencias, donde sobresalen los licores como novedad. “Hemos ampliado todo aquello que pueden consumir los clientes durante la sobremesa”, acota.
Cambiar de establecimiento en plena pandemia ha supuesto un verdadero reto tanto para el chef como para su equipo de cocina y sala. Justo en el momento en que supieron las fechas de reapertura apostaron por el restaurante sin dudarlo. “Las obras se hicieron eternas, pero seguimos trabajando. Durante la pausa también dinamizamos las redes sociales con videos de recetas”, manifiesta el joven. Uno de los rasgos que defiende siempre Cerro, en este caso, es la transparencia: “Dimos el paso a paso de las recetas sin secretos. El cocinero nunca se tiene que guardar nada, hace falta que la gente aprenda de las recetas e ir compartiendo. Para mí eso es lo mejor”.
Otra de las ideas que quiere llevar a cabo Cerro en su negocio de cara al futuro más próximo es acoger actos de maridajes con vino, entre otras iniciativas. “Ahora tenemos el espacio suficiente para hacer cualquier performance”, destaca.
Aventura culinaria
El cocinero reusense ha elegido unos platos pensados para el verano. Los probaremos. En primer lugar y para ir abriendo el apetito, una selección de snacks consistentes en una patata especiada en sésamo con salsa brava, un sándwich con queso ‘orvier’, trufa, una lámina de ceniza (que le da un toque ahumado) y unos dados de atún con salsa ‘sriracha’, alga nori y pan rallado. “La ‘sriracha’ es una salsa hecha con pimiento, vinagre destilado, azúcar y sal”, nos aporta uno de los camareros del equipo de FC Restaurant.
A continuación, empezamos la comida con un entrante: ceviche vegetal, con tomates, aguacate y leche de tigre. “La gente está acostumbrada a comer ceviches elaborados a base de pescado, que es quizás lo más habitual. Pero, ¿por qué no realizamos algo diferente, como un ceviche de tomates?”, se pregunta Cerro. En esta elaboración podemos encontrar un tomate cherry rojo confitado a baja temperatura, uno amarillo calentado y pelado, un kumato calentado y marcado, uno rosa en crudo, aceite de tomate, puré de aguacate, guindilla y la leche de tigre de maíz. “Es lo mismo que un ceviche, pero ya obtienes algo diferente. Aquella dulzura del tomate, con la piel de limón por encima, nos ayuda dar una vuelta al concepto del plato”, especifica el chef.
‘Bacalhau À Brás’ (bacalao) es una receta portuguesa de bacalao laminado con yema de huevo, oliva negra de Aragón y patata paja. Esta es otro de las comidas con las que continuamos la degustación. Nos recomiendan mezclarlo todo para saborearlo mejor. “Esta elaboración la llevamos a cabo por el confinamiento y, finalmente, se quedó en la carta”, apunta. Seguimos con una coca de calamar, con alioli negro y una salsa de ‘la casa’, es decir, un mar y montaña. A continuación, un filete de becerra con verduras de temporada y una patata trufada.
Para coronar lo aventura culinaria, llegan los postres. Primero una espuma de yogur con un merengue, frutos rojos y cremoso floral. Es curiosa la textura que deja en boca la espuma de yogur. Pero el asunto no concluye aquí, un pastel de zanahoria con cardamomo sobre un dedo de crema inglesa nos marca el punto y final, a la vez que nos enseña que los postres también pueden tener un toque salado.
Fotos: Xavi Jurio