Este negocio comenzó a andar de la mano de José Salguero Castilla, el padre, en el año 1997. Veinte años después es su hijo quien está al frente del establecimiento después de haber vivido la hostelería desde la infancia y formarse durante cuatro años en Aiala, la escuela de cocina de Karlos Arguiñano, quien posteriormente fue su mentor. Con estos antecedentes no es de extrañar que en Curro Castilla se coma un bacalao al pil pil o a la vizcaína de los auténticos y con nota muy alta.
Pero no sólo son estos platos los que destacan, hay otros muchos que merecen nuestra atención y que son imprescindibles cuando vayas a este restaurante. José Salguero ha pasado por cocinas tan interesantes como la del mítico 7 de Julio o la del Hotel Alay, junto a Álvaro Arriaga, y todo eso se nota en lo que se sirve en esta casa. En el País Vasco aprendió las raíces de la cocina y a amar el producto, y desde entonces no ha parado de defenderlo, como bien se aprecia en su forma de cocinar. Los malagueños los lleva por bandera, por eso usa en sus elaboraciones aceites de oliva de la tierra, almendras, quesos de cabra malagueña y chivo, entre otros tantos.
Le pregunto a José Salguero por la especialidad de la casa… La respuesta es contundente: “la buena cocina”, algo que confirmo un par de horas después cuando ya he almorzado y disfrutado a base de bien. Para empezar, tomamos pastel de cabracho, delicioso. También como entrante tomamos un poco de ensaladilla rusa y unas croquetas de salchichón de cabra malagueña. El toque “malaguita” sigue con un gazpachuelo para quitarse el sombrero y seguidamente pasamos a los platos de raíces vascas: el txangurro, un bacalao al pil pil y un bacalao a la vizcaína, este de los de verdad, sin salsa de tomate, sino con pimiento choricero, que es lo que le da el color rojo. Para el final dejamos el magret de pato, un plato muy jugoso y muy bien presentado, como todos los demás. En los postres nos deleitamos con un arroz con leche y una tarta de zanahoria, todo casero, por supuesto.
Pero no sólo esto es lo que reina en la Carta de Curro Castilla, también podemos pedir carrillada de cerco, rabo de toro y otras carnes. En pescados, tomad nota del lomo de dorada, la merluza y el atún los fines de semana. Y por si fuese poco, ofertan un menú diario por 8,5 euros, donde la cuchara malagueña es una de las protagonistas y los clientes disfrutan con gazpachuelo, puchero, cazuela de fideos, callos, lentejas… Cada día un plato, menos los fines de semana que se come a la carta, y los lunes, que está cerrado, al igual que los domingos por la noche.
A la hora del aperitivo también tienen mucho que ofrecer, ya que, como pasa en el País Vasco, la barra está llena de bandejas de “pintxos”, que sirven con una cerveza para abrir el apetito. Y si todo esto es apetecible para los que nos gusta el buen comer, también puede serlo para las personas celíacas, ya que en Curro Castilla tienen muchos platos aptos para las personas que la padecen: croquetas, pescados y cualquier frito se elabora con harina de garbanzo para que todo el mundo pueda disfrutar del buen producto que ofrece esta casa.
Y como José Salguero es cocinero de alma inquieta, lo próximo será abrir un local anexo al que funciona ahora para hacer cocina en directo y poner a disposición de sus clientes un reservado, todo ello después del verano, que las instalaciones de ahora se le están quedando pequeñas y no permiten hacer otras elaboraciones que a él le gustarían. Pero mientras eso llega, toca disfrutar de lo que disponen y proponen en este restaurante de la Avenida Sor Teresa Prat, frente a la antigua Tabacalarea. Buen provecho.
Av de Sor Teresa Prat, 54
29003 Málaga Málaga
España