Taberna Tibu-Ron

Una taberna actualizada

Taberna Tibu-Ron se ubica en el Paseo Marítimo de Castelldefels y nos recibe con una enorme terraza abierta, perfecta para esta época de distancia social. El interior, igualmente amplio, remite a una taberna contemporánea, donde conviven las luces de neón y las barricas de madera antiguas, que pertenecieron al restaurante vasco que durante años se ubicó en este mismo local y que ellos han reciclado. Al fondo, un rincón presidido por quesos, jamones y embutidos reclama nuestra atención. Es aquí donde se preparan las tablas y los platos fríos, delante de la clientela, y donde han reservado un espacio especial para que un experto cortador de jamón nos sorprenda con su maestría.

Para entrar en materia, la carta reúne una extensa lista de platos típicos de taberna y de clásicos del tapeo y del recetario español. Como la bomba, rellena de carne picante; o la ensaladilla rusa, que elaboran a partir de una receta clásica, aunque sin guisantes, que no falla. El truco para darle más color: añadir pimiento deshidratado a la mayonesa. Todo un acierto. También funciona a las mil maravillas la burrata, cremosa y de sabor pronunciado, que sirven con sardina ahumada sobre una cama de tomate, de la variedad “cor de bou” o de Barbastro, según temporada, al que previamente le dan un toque con el soplete.

Regalarse una buena comilona

Como ellos mismos nos recuerdan, Taberna Tibu-Ron es un lugar donde compartir y "ponerse verraco”, por eso las carnes tienen un papel destacado, siempre acompañadas de vinos a copas o de una amplísima selección de cervezas que se sirven en su amplia zona de tiradores. Se puede empezar con propuestas más tradicionales como el canelón, relleno de pollo de corral rustido, con una ligera salsa de parmesano; seguir con la carrillera de ternera guisada con vino tinto; y rubricar con el cochinillo de Segovia deshuesado, que presentan en lingotes, acompañado de tomate asado, y que conquista por su jugosidad.

Aunque siempre hay que reservar un lugar para el rock star de la casa, un plato con un nombre tan contundente como el de “garra de oso”, que, os aseguramos, no defrauda. Se trata de un costillar de ternera cocinado a baja temperatura durante 48 horas con jugo de la misma carne y que se termina al horno, glaseado con miel y mostaza. Para contrarrestar el exceso de dulzor de la miel, se cubre con abundante sal. La carne es tan melosa que se separa del hueso prácticamente sola, sin necesidad de utilizar cuchillo. Un plato que, a no ser que comulguemos con las dietas vegetarianas y veganas, estamos obligados a pedir si visitamos el local.

Que no falte el bacalao

La carta tiene propuestas para todos los gustos y, sin olvidar el carácter playero de Castelldefels, también da cancha a los productos del mar. El calamar a la plancha con parmentier de berenjena asada es una receta tan sencilla como sabrosa. Cosas del ahumado. Y el bacalao, otro clásico de las tabernas y sidrerías, se sirve en brandada o dentro de una jugosa tortilla con pimiento verde.

También lo preparan relleno de cigalitas y envuelto con panceta ibérica, una receta con la que Taberna Tibu-Ron ha llegado a la final del concurso “El Mejor Bacalao de España”, organizado por la Diputación de Zamora, en el que participaron más de doscientos restaurantes de todo el país. Todo un mérito que reconoce el buen hacer del restaurante, especialmente si tenemos en cuenta que su andadura solo acaba de empezar, y que augura que estamos ante un local nos regalará grandes momentos gastronómicos.

Fotos: Marta Becerra.