¿Nos da pereza asistir a un abarrotado mercadillo gastronómico pero nos apetece un poco de street food? No hay problema, la soleada terraza del Van Van Var, instalada en un tranquilo rincón del barrio de Poblenou (Barcelona), nos espera, desde el pasado mes de mayo, con una propuesta culinaria bien peculiar: mitad bodega, mitad food truck.
Sus artífices son Max Porta e Ignasi Bisbe, que de food trucks saben un rato ya que son los impulsores del Van Van Market, el primer mercado gastronómada que se celebró en la capital catalana y que ya lleva a sus espaldas, desde 2014, numerosas ediciones. Un ejemplo reciente: acaban de alimentar a los barceloneses y visitantes durante las fiestas de La Mercè, con unas ochenta caravanas de comida repartidas en seis puntos de la ciudad.
Su idea de montar un food truck estable llegó un poco por casualidad: un pequeño bar quedaba vacío, tenía casi las mismas medidas que una caravana,... El plato estaba servido. Solo tuvieron que tirar de agenda (están en contacto con unos 300 food trucks) y acabar de perfilar la idea. El resultado es un bar que se divide en dos. A un lado, ellos (Van Van) preparan tapas frías, similares a las de cualquier bodega pero con un punto gastronómico. El resto del espacio, lo ceden cada semana a los responsables de un food truck distinto, para que elaboren sus especialidades, en este caso, calientes.
La diferencia está en las salsas
Su carta de tapas es estable y tiene un sello particular, ya que desde Van Van han querido romper con las salsas de aperitivo que se utilizan en la mayoría de bodegas y se han lanzado a preparar sus propios aderezos. Así, los berberechos y las almejas los presentan como una suerte de ceviche, en un jugo de lima, cebolla morada, ají amarillo y coriandro. Y los boquerones los sirven con una salsa elaborada a base de tomate natural, mostaza y ajo encurtido. Otro mundo.
También reversionan las patatas bravas, que construyen con chips de calidad, decoran con unos trocitos de piparra y sazonan con dos salsas: una de chipotle y la otra a base de menta y crema agria. Su contraste entre fresco y picante convence. Lo mismo con las cortezas, que aquí hacen pareja con la salsa Valentina y el jugo de lima. La inspiración mexicana es evidente. Las olivas también se transforman y las marinan ellos mismos con vermut, especies y naranja.
Sabores nuevos cada semana
Si queremos ir más allá de la tapa y la cerveza y nos apetece comer caliente, nos tocará descubrir la carta del food truck de turno (o habernos informado previamente en las redes sociales de Van Van Var, donde anuncian semanalmente quiénes son sus invitados). Comida asiática, mexicana, venezolana,... por aquí ya han pasado gente como Eureka Street Food, Smoke Box y Sambarilove, entre otros.
El día que visitamos Van Van Var la cocina la ocupaban Santi y Montse, que llevan más de tres años con su proyecto Happy Foods, un food truck que ofrece cocina cien por cien ecológica y slow. Preocupados desde hace muchos años por el bienestar y con un extremado respeto por la alimentación saludable, nos explican que quieren dignificar la hamburguesa y quitarle la etiqueta de comida basura.
Y lo consiguen. Sus hamburguesas son sanas y equilibradas: con carne de ternera ecológica del Pirineo, vegetales de proximidad, pan vegano -con masa madre de espelta y kamut- y salsas que llevan más de quince ingredientes . Todo lo elaboran ellos, no hay nada industrial. Para carnívoros, la Heisenberg, que además de carne se acompaña con tomate fresco marinado, germinados de puerro y pan de mijo.
Para veggies, aunque sin duda la recomendamos a todo el mundo, la John Lennon es su hamburguesa vegetal, de kale, quinoa y verduras, servida con pan de curry. En su carta también se pueden encontrar opciones como los zoodles, unos curiosos espaguetis de calabacín con salsa casera de tomate natural y salvia. "Como los que nos hacía la abuela, aunque en lugar de pasta utilizamos calabacín ecológico, que es más gustoso", comentan.
Acabamos nuestra visita y lanzamos una pregunta al aire: ¿Pasará la moda de los food trucks? Y ambos, tanto Van Van Var como Happy Foods, coinciden en la respuesta. Es una tendencia que se está consolidando pero que se enfrenta a un gran reto: que se continúe elaborando cocina gourmet o de muy alta calidad sobre ruedas. Ellos, de momento, ya lo están haciendo.
Carrer de Pujades, 27
08018 Barcelona Barcelona
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