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Dos estilos de cocina en un mismo local. Esta es la interesante propuesta gastronómica de CRU, un restaurante que abrió sus puertas hace unos meses en el barrio del Poblenou de Barcelona. "Mezclamos lo crudo con comida urbana, ambos con producto de calidad y de proximidad", cuenta Eduard Tola, chef y propietario del local. "De ahí que tengamos clientes que quieren una cena clásica, casi de mantel, y otros que buscan un ambiente más informal y canalla", añade.
La cocina de CRU surge de las experiencias profesionales del chef y de los países en los que ha estado, como Reino Unido y México. Dos ambientes que se fusionan en la barra y en la cocina de este pequeño restaurante de estilo industrial con amplia terraza.
Carrer de Pere IV, n2
Barcelona Barcelona
España
Del ceviche de corvina salvaje a la ensalada de algas
Empecemos por la cocina raw. "Lo crudo aporta frescura, sabores y texturas variadas y da mucho juego a nivel gastronómico", destaca Tola. Lo demuestran platos como el ceviche de corvina salvaje con limón, chile, cilantro y cebolla morada. Viene acompañado de puré y chips de boniato y presentado en un cuenco de madera.
El ceviche es uno de los platos estrella del local, junto con el aguachile negro de gambas marinadas con pepino, chile tostado, lima y cilantro. Una fusión de sabores intensos y sorprendentes con un toque mexicano. En clave raw también tienen mucho éxito las tostaditas de atún bluefin crudo, con un toque de soja y aceite de sésamo, mayonesa chipotle y katsobushi por encima. Otra exótica muestra de contrastes donde lo crudo es el protagonista.
El tartar de salmón con mango, jengibre y lima, el carpaccio de buey con vinagreta y champiñones y la ensalada de algas con pepino, zanahoria, soja y sésamo son otras propuestas de cocina raw que ofrece el local.
Bocadillos y postres muy apetecibles
Quienes prefieran una comida urbana, más informal, pueden pedir Pork TNT. El chef describe así el plato: "Es un bocadillo muy sencillo, pero a la vez delicioso, a base de carrillera de cerdo confitada con mayonesa picante y aguacate, acompañado de pan de primera calidad mojado en mantequilla caliente y tostado a la plancha".
El buey también es el protagonista de otra propuesta urbana, que incluye un mollete con carrilleras de buey y sofrito de pimiento reducido. El queso Provolone con Gorgonzola, la hamburguesa XL de espinacas con aguacate y rúcula y los baos al vapor con pato desmigado y kimchi coreano son otras sugerentes opciones de street food que pueden degustarse en el restaurante.
A esas dos tendencias gastronómicas se suma una propuesta de aperitivos que incluye propuestas clásicas como anchoas, boquerones, mejillones, almejas o jamón ibérico. También sirven unas bravas con un toque especial, elaboradas con patatas baby muy pequeñas y acompañadas de alioli y salsa chipotle con sésamo. Aperitivos que pueden acompañarse con aguas frescas, una bebida típica mexicana, preparada a base de pulpa natural de fruta, agua y azúcar.
Los postres cierran la genuina y variada carta de CRU. Los elaboran allí, y al momento. Sirven coulant de chocolate con helado de canela, cheesecake con galleta Spéculoos o membrillo con helado de queso Idiazábal y piñones por encima, una combinación acorde a la esencia del local.
Fotos: Marta Becerra.
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