Ubicado en pleno Paseo de Gracia, a un minuto de la Casa Batlló y cuatro de La Pedrera, el conocido local ha incorporado nuevas propuestas a su carta y cambiado su enfoque. "Ahora no podemos considerarnos un restaurante para extranjeros, sino un lugar para degustar una propuesta con producto fresco y de proximidad", precisa Miquel Ángel Fracés, director de la taberna.
La tradicional e icónica prenda vasca que cubre la cabeza ha servido para bautizar a Txapela, que cuenta con otro céntrico local en Barcelona y uno en la Gran Vía madrileña. Hasta marzo de este año, la taberna solamente ofrecía pinchos. Una propuesta que se ha ampliado con la incorporación de tapas, carnes, ensaladas e incluso una fideuá de callos con ceps.
Pg. de Gràcia, 58
Barcelona Barcelona
España
Más clientela local
Un cambio de carta que responde a la intención de convertirse en un restaurante para volver. Y lo están consiguiendo, ya que cada vez va más gente de Barcelona. "Antes de la pandemia teníamos más clientela extranjera, pero ahora ha cambiado y el perfil local ha superado al de fuera y, además, lo hemos fidelizado", matiza Fracés.
Las patatas bravas con tres salsas, los huevos estrellados (tanto con chipirones como con chistorra) y el tataki de atún con guacamole son responsables de este cambio. También lo es su deliciosa y original fideuá de callos con ceps y salsa tártara. "Al principio tira un poco para atrás, pero luego la gente acaba rascando la paella", comenta el director del local.
Entre las novedades también tiene mucho éxito el filete de vaca vieja a la plancha, acompañado de piquillo confitado y patatas caseras. "Es muy meloso, gusta mucho y la gente suele repetir", precisa Fracés. El hummus de pochas (una variedad de alubias blancas) con tortitas de maíz es otra de las originales (y saludables) propuestas de la carta, que también incluye calamares a la andaluza, brochetas de pollo con barbacoa, ensalada de tomates con ventresca de atún, jamón ibérico de bellota y croquetas de chipirones o de jamón ibérico de bellota, entre otras tapas.
Una veintena de pinchos y un menú con experiencia
La nueva propuesta comparte espacio con los pinchos de siempre. Una veintena de opciones frías y calientes entre las que destacan el clásico de jamón ibérico de bellota, el de ensalada de cangrejo y buey de mar con caviar, la brocheta de gambas, champiñones y beicon y la minihamburguesa con queso, ensalada, tomate y cebolla caramelizada. El pincho de camembert fundido con manzana caramelizada y el tradicional serranito, a base de lomo a la plancha, jamón ibérico, queso manchego y pimientos también compiten en protagonismo.
La tortilla de patatas y cebolla, la de bacalao y el minicroissant con ensalada de cangrejo tampoco faltan en la carta de Txapela, en papel y a color, y colocada a modo de mantel. Los comensales marcan sobre ella lo que quieren pedir con unos lápices disponibles en el restaurante, que cuenta con una amplia y agradable terraza, mesas de madera, cuadros de competiciones de pelota vasca y murales de pescadores con txapela.
Aunque no están en la carta, los postres del restaurante son otro de sus puntos fuertes. Elaboran distintas propuestas caseras, como la tradicional crema catalana y el coulant de chocolate con bola de helado, aunque el broche de oro lo ponen el flan de cuajada, acompañado de carquinyolis, y un espectacular cheesecake de cuatro quesos.
El local también dispone de un menú premium con chuletón por 42 euros que ofrecen para empresas e incluye la experiencia de escanciar sidra con un profesional. También están preparando menús especiales de Navidad para disfrutar en grupo de una comida o cena a base de productos frescos y de calidad en un ambiente informal y distendido en pleno centro de Barcelona.
Fotos: Marta Becerra.