La gastronomía peruana, la mexicana, la japonesa y la catalana conviven en este local de l'Eixample barcelonés, donde también sirven tapas tradicionales españolas, como croquetas, ensaladilla rusa, lacón o chicharrones de Cádiz. Una amplia variedad de sabores y texturas para todos los gustos y bolsillos. "La idea es ser una casa de comidas de l'Eixample", cuenta Ever Cubilla, propietario y chef de Claris 118.
De lunes a viernes al mediodía tienen una oferta que combina tapas, un menú diario de 13 euros (con suplementos) y un menú degustación por 25,50 euros. Ambos los cambian cada semana y el menú degustación consta de una selección de los mejores platos de la semana y puede incluir opciones tan apetecibles como una fideuá de calamarcitos, un tataki de lomo bajo de vacuno con setas o una dorada a la donostiarra. Esta propuesta, además, incluye dos aperitivos, uno de los cuales suele ser una ostra.
Por la noche sirven una amplia variedad de tapas. "Damos una vuelta por el mundo y ofrecemos distintos tipos de cocina", añade el chef paraguayo, quien está al frente del restaurante desde noviembre de 2020, aunque el local existe desde 1926. Casi un siglo de historia en el que Claris 118 ha ido cambiando de dueños y de platos, aunque durante años fue una casa de comidas tradicional. Una esencia que Cubilla ha querido recuperar tanto en sus elaboraciones como en la decoración, con azulejos y baldosas típicas de l'Eixample.
Carrer de Pau Claris, 118
Barcelona Barcelona
España
De las croquetas a las ostras y los tacos de lechazo de Castilla
Entrando en materia culinaria, en su carta de tapas no faltan aceitunas, anchoas, mejillones en escabeche, croquetas de jamón ibérico, de chocos o de gambas. También sirven opciones de charcutería como queso manchego de oveja curado, jamón ibérico, lacón con cachelos o torta del Casar.
En clave más sofisticada, preparan un delicioso trío de ostras que incluye una ostra natural, otra en ceviche y una con salsa ponzu. "La gente las pide bastante", anota el propietario, quien también destaca el éxito de su ensaladilla rusa, elaborada con buey de mar, gambas y bonito del norte. "La hacemos a diario y, aunque es un clásico, triunfa", añade. Otra opción para compartir muy demandada son los tacos de lechazo de Castilla con indicación geográfica protegida (IGP). Cubilla nos revela algunos detalles de la preparación de este delicioso entrante. "Asamos el lechazo con chiles mexicanos, lo deshuesamos y lo dejamos cociendo hasta que la carne queda desmenuzada", explica el chef.
También se puede compartir la tortilla de gambas y papada de cerdo mallorquín o el arroz de setas, costilla ibérica y alcachofas. Este último lo sirven en una paella y añaden, como toque final, un trozo de gorgonzola y trufa rallada por encima. Un plato original y muy elaborado, con productos de temporada y de primera calidad. Como platos principales podemos degustar un tartar de atún, un tiradito de pescado blanco, carpaccio de bacalao, salmón con vinagreta de manzana o un ceviche de corvina.
Nuevo restaurante en la planta de arriba
Los postres también merecen un hueco si vamos a Claris 118. Son caseros y los elaboran a diario, como su tarta de queso, con queso crema del Montseny, huevos camperos y amareto, a la que añaden un coulis de frutos rojos por encima. La panna cotta, un cremoso de chocolate, un flan de mascarpone o el requesón con miel también pueden disfrutarse todos los días de la semana en el comedor o en la terraza exterior de Claris 118, con capacidad para unos 40 comensales.
Además, en la parte de arriba del restaurante abrirán un nuevo local en mayo. "Se llamará Etnik y será de gastronomía de mercado y del mundo", adelanta Cubilla.
Fotos: Marta Becerra.