Almijara es un lugar de salón acogedor, terraza y barra espaciosa para tomar tapas y raciones de ayer y de hoy. Recientemente, acaban de cambiar su carta dándole un toque más actual, pero conservando los platos de toda la vida que gustan a sus clientes, porque si algo tiene claro José Andrés es que nunca va a perder la esencia de lo que es su establecimiento. Él y su equipo, formado por Vanesa Moreno y Lucas Molina, se encargan de que el cliente siempre se vaya satisfecho, y eso es justo lo que pasa cuando vamos de visita, que siempre nos quedamos con ganas de volver.
Una de las cualidades más características de este joven cocinero son sus ganas de superarse y hacer cosas nuevas, algo que lo ha llevado a reinventar su propuesta gastronómica en los últimos tiempos, a seguir formándose y a pertenecer a Euro-Toques, la asociación de cocineros más prestigiosa de Europa.
Poco a poco, José Andrés ha dado un giro en su cocina transformándola en lo que es ahora: una propuesta actualizada que no pierde la esencia de la tradición Almijara. De esta evolución han nacido platos tan interesantes como el tuétano asado con katsuobushi, el estofado de jabalí con huevo frito y spaguetti de sepia o su lasaña canalla, elaborada con ternera gallega a baja temperatura, bechamel de cítricos, cebolla y salsa de tomate kimchi. Los buñuelos de queso de cabra bañados en miel de flores y sésamo tostado son ya uno de sus clásicos, al que se ha sumado el pato confitado en tempura con salsa orange surprise, un trío de sabores cítrico, picante y dulce para repetir.
Entre sus platos de nueva temporada están también el risotto con pulpo y plancton, el lagarto ibérico en salsa de barbacoa coreana y su “jazpasho”, un gazpacho tradicional al que José Andrés le ha puesto sello propio, elaborándolo con una emulsión de aceite de oliva virgen extra, que sirve en botellas de medio litro y que es una comanda obligada para los amantes de este plato.
Y si algo caracteriza a Almijara es ese tributo a la tradición del que nunca se va a desprender en su cocina, por eso ofrece platos como la paletilla de chivo lechal malagueño al horno o el chivo lechal malagueño al ajillo cocinado a baja temperatura, que están en la carta junto a la “Tosta El Perchel”, una elaboración con la que José Andrés ha querido hacer un homenaje al barrio en el que se encuentra el mesón. Para este plato usa sardina o boquerón, que cura y después confita en aceite de oliva virgen extra, añadiendo en la presentación dos texturas más, una de tomate en “ort” y otra de algas wakame, todo ello colgado en un tenderete que imita a las perchas donde se secaba antiguamente el pescado en este barrio malagueño.
Además, ha mantenido durante todos estos años esos platos con los que el local se dio a conocer en el vecindario allá por el año 89… Huevos de codorniz, filetitos de lomo, crestitas y sus famosas croquetas caseras, de pollo, jamón o setas, entre otras sugerencias.
En el apartado de postres hay lugar para un plato de churros con Nutella y helado de vainilla, brownie con helado de dulce de leche y tarta de zanahoria con frosting de queso, todo casero. Nosotros desde estas líneas hacemos una reivindicación para que vuelva a poner en carta su estupenda tarta de queso, ya que muy pocas son tan apetecibles como la que hacen en Almijara.
Llegados a este punto estamos seguros que tienes muchas ganas de conocer la cocina de José Andrés. Es normal, a nosotros también nos pasa, por eso lo visitamos siempre que podemos, ya que, además de su carta, siempre tiene sugerencias según mercado, por lo que en cada visita encuentras un plato nuevo. Eso sí, si tienes pensado ir, te hacemos una recomendación: reserva mesa, sobre todo si es fin de semana.
Pje. San Fernando, 3
29002 Málaga Málaga
España