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De la clásica ensaladilla rusa a las croquetas de jamón, la chistorra navarra, los callos o los huevos estrellados con chipirones. A esta apetitosa propuesta de picoteo de Bar Lorenzo se suman platos tan suculentos como la costilla de vaca vieja, el steak tartar y las mollejas de ternera. Todas ellas, recetas típicas y muy elaboradas que hacen las delicias de los comensales de Sarrià-Sant Gervasi, donde está ubicado el bar, y de todo aquel que busca platos de toda la vida en un local que recuerda a los bares de barrio de siempre.
“Nuestra intención es gustar más que sorprender y nuestras recetas son un picoteo de platos típicos de la geografía española, sobre todo madrileña, andaluza, vasca y catalana”, explica Lorenzo, uno de los tres socios de Bar Lorenzo y quien da nombre al local, inaugurado en junio del año pasado. “Buscamos que el cliente reconozca el plato, tanto por la descripción de la carta como por lo que se encuentra cuando se lo sirven”, añade Lorenzo.
Desde el rótulo de la entrada hasta las servilletas de papel, la vajilla clásica, el color marrón de las mesas de formica y el color verde de la pared. La decoración recuerda a los bares de antaño y la de este del paseo de la Bonanova está inspirada en los bares de La Barceloneta y Poble Sec.
Passeig de la Bonanova, 105, 107
Barcelona Barcelona
España
Desayunos, menú de mediodía y cenas
El local, de dos plantas, cuenta con una terraza que empieza a estar bastante ocupada por el buen tiempo y en verano incluso ha de reservarse. Tanto dentro como fuera, el bar ofrece desayunos diarios que incluyen tortillas hechas al momento, bocadillos y flautas e incluso callos, si alguien se anima. A partir de la 1 del mediodía sirven platos de la carta y, de lunes a viernes, un menú de 15 euros que consta de un primero, 4 segundos a escoger y dos postres a elegir.
Al clásico picoteo de croquetas, anchoas, ensaladilla rusa, biquini o calamares se unen sus platos estrella, entre los que se encuentra el steak tartar clásico con patatas, pepinillos, alcaparras y mostaza. Este delicioso plato incorpora carne cortada a cuchillo y las patatas y las tostadas las elaboran en el bar el mismo día.
Los aficionados a los platos de mar y montaña se deleitarán con las mollejas de vaca con gambas de costa y ajitos tiernos. Las mollejas se limpian en el local, se glasean, se cocinan con un fondo de carne y se añaden los ajitos y gambas. Tanto este plato como el steak tartar están en carta desde la apertura del bar. “La gente se resiste un poco a pedir mollejas, porque la casquería tira un poco para atrás, pero, cuando las prueban, repiten”, asegura Lorenzo.
Otro hit de su cocina, al que pocos se resisten, es el canelón de rostit tradicional con virutas de foie al estilo Querforadat, en honor a un conocido restaurante que había en esa localidad leridana. Se trata de un plato muy tradicional cuyo relleno lo elaboran allí, con carnes magras. El foie es de Puigcerdà y el fondo de carne, el mismo que el de las mollejas.
Apuestan por los productos de temporada
Bar Lorenzo suele cambiar el relleno del canelón según la temporada, y en verano tenían el de changurro en su crema. Lo mismo sucede con las tortillas, otro de sus platos estrella. La tortilla abierta de chips de alcachofa, jamón ibérico y yema ahumada al romero y la de setas de temporada con butifarra del Perol son de las más demandadas. En verano cambian los ingredientes por setas de temporada, como las múrgulas.
Los postres de este bar de barrio, tradicionales y caseros, incluyen delicias como el flan de vainilla, el pastel del queso y el de limón. Los aficionados al cacao sucumbirán al lingote de chocolate, que incorpora chocolate negro de textura de trufa, un poco de mantequilla y una picada de almendra en el interior con la que se logra una textura crujiente. Esta exquisitez es ideal en la sobremesa de este bar, que cuenta con una carta de vinos muy clásicos e incluso sirve cócteles variados.
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