Casa Manolo León
En pleno Barrio de San Lorenzo llegamos a esta casa señorial de finales del siglo XIX reconvertida en el restaurante de su bar homónimo, Manolo León.
Me recibe Agustín (hermano y socio del fallecido Manolo León), quien hoy lidera los tres espacios del grupo: Bar Manolo León, el primero de sus establecimientos, ubicado en la calle Juan Pablos (1994), Casa Manolo León Guadalquivir, restaurante insignia del grupo y del que hoy te hablamos en este artículo (1999), y su última apertura en el Gourmet Experience de El Corte Inglés de Plaza del Duque, que abrieron a finales de 2019.
El lugar invita al deleite. La luz, los manteles de hilo, la vegetación, los azulejos, el sonido del agua de la fuente y una nube de sevillanía que te contagia de clase y buen gusto. El sitio ideal para bajar el tono y paladear despacio. Sus paredes ven cada año infinitos eventos y momentos entre amigos, festividades en familia, comidas de empresa, bodas y todo tipo de celebraciones que comparten el interés de disfrutar de sus espacios y cocina sublime.
Calle Guadalquivir, 8
Sevilla Sevilla
España
La carta: cocina sevillana con técnicas vanguardistas
La carta de Casa Manolo León conjuga platos tradicionales, como sus ya famosas alcachofas crujientes con boronía de tomate y jamón, con platos más cosmopolita como el tataki de lubina con piña a la plancha. Se compone de ibéricos, entradas frías y calientes, ensaladas, guisos, carnes y pescados, y se completa con sugerencias de mercado según la temporada, como el guiso de garbanzos con cigala y cochinillo al horno que acaban de incorporar este otoño.
También puedes disfrutar de platos más ligeros, pero de gran intensidad, como la ensalada de bonito y mejillones en escabeche o las vieiras a la plancha con crema de carabineros y espárrago blanco. No es un restaurante de tapeo, es un restaurante para sentarse a disfrutar de cada uno de los platos y compartir sus raciones, bastante generosas, por cierto.
Pepe Mateo es el jefe de cocina y me explica que en su carta siempre ha buscado “que su cocina invite a la conversación de los comensales, que sorprenda y que nunca se aburran”. Ha formado parte del restaurante desde que abrió sus puertas en 1999 y se siente orgulloso de ocupar un sitio privilegiado en los paladares de sevillanos y extranjeros. Tanto, que es casi imposible ir a comer sin reserva.
El servicio es atento y cuidado, el que te permite disfrutar de la intimidad de tu conversación al tiempo que no deja tu copa vacía. Sin duda, el maravilloso patio de esta casa seguirá viendo disfrutar a sus comensales durante muchos años más.
Fotos: Manu Vázquez.