Citywave Madrid
A poco más de media hora, en las inmediaciones de Madrid, en Alcorcón, se encuentra uno de los centros comerciales más espectaculares de toda Europa. Aunque a ellos les gusta definirse, muy acertadamente, como anti-centro comercial. Y es que X-Madrid es especial en todos los sentidos. Primero por el momento en que se inauguró, a finales de 2019, unos pocos meses antes de que diera comienzo la pandemia. Su éxito, sin embargo, ha sido arrollador. En él podemos encontrar instalaciones para buceo —cuentan con la cámara más profunda de España—, escalada —con un muro de 15 metros de altura—, skate —outdoor e indoor— o surf, con una ola estática que está siendo la sensación de surfistas y aficionados al noble arte de deslizarse por el agua. Esta última es la que más está seduciendo a los madrileños, que diariamente llenan sus instalaciones.
“La fuerza del agua, que viene de frente, es la que consigue que te levantes sobre la tabla. Y quítale la parte más tediosa y cansada del surf: remar y nadar”, confiesa Ramón Casanova, uno de los impulsores de la atracción. “Queremos que no sea solo un lugar de peregrinación para los surfers, sino que también se convierta en un espacio de reunión para familias y amigos”, continúa explicando este catalán de 33 años, que ya probó a construir una ola estática en Ibiza, dentro de un beachclub de 4.000 metros cuadrados. Aquella primera ola era de primer nivel, mientras que lo que se puede disfrutar en Alcorcón consta de hasta tres categorías diferentes: principiantes, medio y pro.
Las recomendaciones son que siempre empecemos por la primera, pues, aunque tengamos algún tipo de formación, el adaptarse a esta ola artificial requiere de unos pocos pasos de aclimatación. Todo lo demás nos lo incluyen en el precio (desde 35,90€): instructor, neopreno y tabla para surfear, que puede recogerse media hora antes en la tienda que tienen próxima a la piscina de olas. Un surf shop, que cuenta con las principales marcas del sector, de Billabong a Quicksilver, incluidos complementos, camisetas y diferentes accesorios.
El recinto, además, está acondicionado para echar las horas compaginando surf, cañas con amigos y algo de bailoteo, gracias a las actuaciones y sesiones en su nutrida cantina. Para el picoteo y el compartir, recomendables son sus bagels —como la de salmón ahumado, queso crema, tomate seco, brotes tiernos, pipas de calabaza y semillas de lino— o sus bowls, que homenajean a icónicas olas de todo el mundo. Es el caso de la de mundaka, en el municipio vizcaíno de Ibarrangelu, la mejor ola izquierda de Europa, y que aquí viene representada con unas finas lonchas de ternera con canónigos, calabacín salteado, tomate cherry, cebolla salteada, lascas de queso grana padano, aceite de hierbas provenzales y pan. El picoteo es amplio y diverso: gyozas de pollo, langostino o verduras; tacos de cochinita pibil, tinga de pollo o pulled pork; fingers de pollo con salsa de miel y mostaza; hamburguesas de ternera en pan de brioche; pizzas margarita, cuatro quesos y campera. Todo ello viene a definir a las claras las expectativas del lugar, compartir y disfrutar con amigos, familiares o compañeros de empresa. “Ahora mismo podemos acoger en nuestra terraza a 500 personas, pero estamos en vías de ampliarlo para más de 700”, apunta Casanova.
Pero volvamos a la ola. “Aquí viene mucha gente que no tiene oportunidad de viajar tanto y quiere quitarse el mono de subirse a una tabla. Y, la verdad, es que lo consigue”, explica el CEO y cofundador del proyecto. El youtuber Sergi Yanes corrobora estas palabras en uno de sus videos más seguidos, apuntando que es perfecta para “fijarse en errores y pensar cada movimiento. Permite mejorar y perfeccionar muchas maniobras”. Desde Citywave también promueven la iniciación desde muy pequeños, ofreciendo clases especiales para niños entre ocho y trece años. Una de sus instructoras, Marina Grimaldi, además, se ha empeñado en visibilizar el surf femenino y ha creado una comunidad de mujeres que le dan fuerte al surf dentro de la Comunidad de Madrid. En definitiva, Citywave es un oasis en la capital no solo para hacer deporte, sino también para pasar un día con los amigos. Todo a la vez en un contexto ideal.