Un ceviche de corvina con gambas comparte mesa con una paella marinera y con varias tapas coloridas y perfectamente emplatadas. El ambiente también acompaña la propuesta gastronómica de Palosanto, un restaurante del Gótico que "fusiona la cocina mediterránea y peruana", como explica Óscar Díaz, jefe de cocina del local y originario de Perú.
El citado ceviche de corvina con gambas es uno de los platos estrella de este elegante y vanguardista local de dos plantas y una terraza exterior con mesas de madera y capacidad para una treintena de personas. El ceviche está bañado en salsa de ají amarillo y lleva edamame y algas marinas con sésamo.
Rambla del Raval, 26
Barcelona Barcelona
España
De la ensalada de quinoa a su propia paella marinera
Otro plato que triunfa en Palosanto es la ensalada de quinoa con zanahoria, guisantes, cherris, vinagreta de pasta miso y aceite de sésamo con soja. Una opción exótica y saludable que comparte protagonismo con los calamares patagónicos a la plancha con brotes de soja y alioli negro. También tiene mucho éxito la esqueixada de bacalao con tomate rallado natural, olivas, alcaparras, puré de oliva kalamata, un toque de leche de tigre, ají amarillo y cebolla tierna.
Una atrevida y original fusión que tiene el pescado como ingrediente principal. También lo es el bacalao confitado en ratatouille, un delicioso plato que puede acompañarse con propuestas ligeras y tan apetecibles como la burrata con mermelada de tomate casera o las berenjenas laminadas con miel de caña y ralladura de lima. No faltan en carta clásicos como las croquetas, los boquerones en vinagre, la tortilla de patatas, la ensaladilla rusa o las bravas, a las que dan un toque especial.
En clave marinera, también elaboran un arroz negro con gambas y calamares y una crujiente paella de creación propia, como así la define Díaz. Lleva gambas rojas, calamares, mejillones, fumet de pescado, un sofrito de verduras y cebolla caramelizada. Otra de las paellas más demandadas del restaurante, abierto todos los días de la semana, es la que incorpora butifarra negra y blanca y alcachofas.
Un local genuino con un emplatado muy cuidado
Si seguimos con las opciones que incluyen carne, en Palosanto elaboran un steak tartar con patatas fritas, una hamburguesa de 180 gramos con carne ecológica, cebolla confitada, tomate y queso Cheddar, una milanesa con huevo poché o unos tacos de solomillo con patatas. Todas con un emplatado muy cuidado, como ocurre con la decoración y los detalles que ambientan este genuino local.
Cierran la carta los postres, que ponen el broche de oro a una cocina casera y de fusión con producto de proximidad. El lemon pie, que presentan en un bol, y el bizcocho mosovado (lleva helado de vainilla, sirope de mango y cacao en polvo) son los más demandados. También elaboran un tiramisú y una tarta de queso Idiazábal y disponen de helados al corte.
Una interesante propuesta en carta para todos los gustos, que se complementa en invierno con un menú. Este incluye distintos platos a elegir, postre y bebida, y cuesta unos 15 euros.
Fotos: Marta Becerra.